Debemos saber que cada uno de nosotros somos especiales, únicos y con un gran potencial. Nuestros Sabios explican que no somos solamente un cuerpo, el cual con el paso del tiempo va muriendo. Lo que realmente somos es el alma, intangible, pero conectada con lo eterno y lo espiritual.
En ciertos aspectos el alma, por así decirlo, “se parece” a Dios; uno de esos aspectos es que no tiene límites, de tal manera que podemos alimentar el alma de buenas cosas como la Tefilá, los actos de bondad, el estudio de Torá, caridad, etc. Pero también tenemos el libre albedrío de llenar el alma de suciedad, alcohol, drogas, inmoralidad, mentiras, rencores y más.
Tenemos el potencial de elevarnos: no desperdiciemos el tiempo tan valioso que Dios nos da a cada momento.
¡Ánimo, que somos realmente muy especiales y únicos…!
Saludos.
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