Calendarios y arte sacro, Cuarta parte

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En el año 5746 -que equivale a 1985-86- sale a la luz uno de los calendarios más ilustrativos y completos sobre las tradiciones y costumbres del Pueblo de Israel, publicado por el Departamento de Asistencia Espiritual a las Comunidades Judías, Organización Sionista Mundial, con sede en Jerusalem.

¿Y qué es lo rescatable de dicho calendario? Cada mes judío nos ofrece una leyenda, una enseñanza. O tantas como para satisfacer a todos los hijos e hijas de Israel. El mes de Tishrei que encabeza nuestro calendario, hace referencia al shofar, trompeta hecha de cuerno, cuyos sonidos -entre sesenta y noventa en total, son diversos de acuerdo a cada comunidad. El shofar, se nos dice, se prepara del cuerno de un animal puro (ver Levítico 11, 2-3) salvo vacunos. Se le sumerge en agua hirviente y se lo modela hasta adquirir la forma de un shofar; también se modela la boquilla. En la antigüedad se solía tocar para anunciar el rosh jodesh o inicio del mes, en las festividades y en el año del Jubileo; al salir a la guerra y después de las victorias.

En Jeshván se nos habla de la tefilá, de la plegaria, y específicamente de la de shajarit, la oración matinal, atribuida al patriarca Abraham, la cual, después de la destrucción del Templo, reemplazó al sacrificio matutino. Jeshván viene acompañado de una mezuzá proveniente de la Polonia del siglo XIX.


En Kislev, donde resalta una Janukía de Ucrania del siglo XVIII; una verdadera joya, se nos informa acerca de la oración nocturna, tan pronto aparecen “tres estrellas medianas”. Las plegarias de shajarit, minjá -la de la tarde- y de musaf -la de los días festivos- reemplazaron a los respectivos sacrificios del Templo. La oración nocturna, en cambio, no reemplaza ningún sacrificio.

Tevet, hace referencia a la denominada birkat ha-mazón, bendición por medio de la cual se bendice los alimentos: “El precepto de pronunciar la alabanza por la comida está en Devarim, 8, 10. Nuestros sabios establecieron que aún comiendo un kezait (literalmente una oliva) cantidad equivalente al peso o volumen de una oliva, se debe agradecer después de la comida. Si la comida incluyó pan, se debe pronunciar el birkat ha-mazón, la bendición de la comida, en la que se agradece al Creador”. En los casamientos o ceremonias de circuncisión se agregan diversos versículos. Tevet se engalana con diferentes objetos -un plato, un pez y unas flores de plata bellamente labrados- relacionados a la ceremonia de havdalá que divide al shabat del resto de la semana, lo sagrado de lo profano.

Shevat hace referencia al ner tamiz (la luz o vela eterna). En la torá está escrito: “Y tu ordenarás a los hijos de Israel y traerían a tí aceite de oliva, puro, batido, para luminaria, para prender una vela eterna. En la tienda de la reunión, fuera de la cortina que está delante del testimonio, la prepararán Aharón y sus hijos, desde la mañana hasta la noche, ante el Señor, un estatuto eterno, para todas las generaciones de los hijos de Israel (Éxodo 7, 20-21). La vela que ardía permanentemente en el candelabro del Templo era la ‘vela occidental’. Por tal motivo, se acostumbra encender un ner tamiz en la sinagoga frente al Tabernáculo hacia el oeste de la Sinagoga.

En Adar I se nos habla sobre el ner shabat cuando el ama de casa enciende las velas sabáticas aproximadamente media hora antes del ocaso del día viernes, cuando según la tradición se prohibe cualquier labor. “Debe prender las velas, cubrirse los ojos con las manos, pronunciar la bendición y descubrir los ojos”. Adar I viene acompañado de una pintura del eminente pintor judeo-alemán Oppenheim que data del siglo XIX. Imaginamos una escena festiva donde chicos y grandes se congregan en un hogar típicamente judío de la época.

Adar II hace referencia a Purim, cuando Esther la judía, convertida en reina de Persia, salva de la muerte a sus congéneres en el siglo V antes de la era común. Según cuenta la historia, Hamán, el malévolo y astuto virrey, fue autorizado por el rey Asuero a exterminar a todos los judíos del imperio. La suerte recayó el 13 del mes de Adar, motivo de ayuno y de contrición, denominado Ayuno de Esther, en recuerdo de la salvadora de su pueblo. El día 14, en cambio, se celebra en grande con una comida festiva. En Purim se acostumbra enviar shalaj manot a amigos o parientes. También se de tzedaká a los más necesitados. Y, entre otras cosas, hay quien bebe hasta perder la cordura y confundir al malo de Amán con el justo de Mordejai. Adar II se engalana con una preciosa meguilá o Rollo de Esther del siglo XIX proveniente de Casablanca.

El mes de Nisán, el de los milagros, nos recuerda el rito previo al séder de bedikat jametz o búsqueda de alimentos leudados, mismo que se efectúa a la luz de una vela. Se reúne el jametz y se guarda en vísperas de pésaj para quemarlo. Tras la revisión se pronuncia la oración de kal jamirá con la cual se declara anulado todo jametz que escapó a nuestros ojos. Nisán se acompaña de una keará o plato pascual de la Alemania del siglo XVIII donde se reconstruye puntualmente la época. Están presentes los celebrantes, el cordero pascual, una granada, flores y un castillo como los de antes.

Iyar corresponde al Día de la Independencia del Estado de Israel tras una diáspora de dos mil años. En dicho mes, se nos recuerda el sefirat ha-omer que da comienzo la segunda noche de pésaj. Dicha ceremonia nos relaciona con Eretz Israel, donde se solía ofrendar en el Templo, en el segundo día de la fiesta, una gavilla de las primicias de la cebada (ver Levítico 23, verso 15); a continuación se iniciaba el conteo de 49 días. El quincuagésimo se celebraba shavuot o Fiesta de Pentescostés en la que se ofrendaban dos panes preparados con la harina de las primicias del trigo.

Durante la cuenta del ómer no se acostumbra celebrar fiestas familiares ni casamientos en recuerdo de fechas aciagas: la muerte de los alumnos de Rabi Akiva, las Cruzadas y los exilios que sufrieron los Hijos de Israel, como el de Inglaterra, Alemania o España, en diferentes épocas. Lag ba Ómer, a los treinta y tres días del ómer, cuando cesaron las tribulaciones de los discípulos de Rabi Akiva, se llevan a cabo casamientos y fiestas.

El mes de Iyar viene acompañado de un mapa de Jerusalem finamente bordado: calles y callejuelas, edificaciones y el Muro de los Lamentos o kotel ha-maaraví, además de muestras de la fauna y la flora local resaltan en dicho mapa, más parecido a un pañuelo de mujer.

Siván es el mes de shavuot cuando el pueblo judío recibe, tras la salida de Egipto, los preceptos de la Torá. En shavuot se lee meguilat Ruth o Rollo de Ruth, cuya historia tiene lugar durante la cosecha, y se consumen alimentos lácteos. La noche de shavuot es noche de vigilia y de estudio de la Torá. Siván incluye una torá labrada en metal proveniente de Iraco. Su fecha: 1904.

Tamuz es mes de congoja para el pueblo judío: el 17 de Tamuz del año 70 de la era común, los romanos abren una brecha en el muro de Jerusalem y penetran en la ciudad. Del primero al noveno día del mes de Av se prohibe el consumo de carne y de vino en señal de duelo. Tamuz muestra una serie de incensarios de plata -torres diversas de fina filigrana, además de un curioso vagón de ferrocarril- complemento de una preciosa copa de kidush, para la ceremonia del vino..

Av trae a colación al Muro de los Lamentos: 27 eran sus capas y su altura era de 18 metros. Resulta posible reconocer las diferentes capas que fueron colocadas en diversas épocas. Las capas inferiores son las más antiguas. Debajo del nivel actual de terreno hay otras 19 capas que fueron cubiertas por tierra y sedimentos en el correr de los siglos. En el misdrash está escrito que el Santo Alabado Sea juró que el Muro Occidental jamás sería destruido. Av en nuestro calendario resalta una copa labrada con imágenes de la Ciudad Santa: una mezquita, pinos que se elevan al cielo, templos y el infaltable Muro de los Lamentos donde los peregrinos acudían a llorar por las calamidades del exilio y a suplicar por la pronta redención.

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