En nuestra entrega anterior comentamos brevemente qué es la Segunda Generación y quiénes la conforman (https://diariojudio.com/ticker/la-segunda-generacion-que-es-y-quienes-forman-parte-de-ella/353082/ ). En esta ocasión ahondaremos en sus características.
La Segunda Generación, los hijos de sobrevivientes de la Shoá, se vio afectada por las experiencias vividas por sus padres durante la Segunda Guerra Mundial. Estas fueron transmitidas en mayor o medida durante los años de la infancia y juventud de los hijos, causando un gran impacto en estos y generando costumbres a partir de las mismas en las que los hijos procuraban evitar molestias a sus progenitores.
A partir de la investigación que he realizado encuentro que, algunas de estas costumbres eran guardar silencio durante el día, puesto que los padres tenían pesadillas constantemente lo que les causaba agotamiento. Otros, procuraron tener un comportamiento “excelente” en la escuela y en la casa para evitar molestias a los padres, por mencionar algunos.
Otra característica de la Segunda Generación es que en sus años de infancia y juventud manifestaron rechazo a las historias de sus padres. Sin embargo, al madurar y crecer desarrollaron empatía y cierta aceptación al pasado, lo les que llevó eventualmente a la creación de eventos, obras, publicaciones, material cinematográfico o proyectos que promovieran y rescataran las historias de sus padres. Toda esta producción posteriormente interesaría al público general.
Aunque es posible generalizar algunas características de la Segunda Generación, no hay que perder de vista que es igualmente importante partir de cada caso en particular. Cada experiencia como hijo de sobreviviente es totalmente personal, aún siendo hermanos de la misma familia, éstos compartirán perspectivas propias y únicas, según el sexo, la edad, la aceptación a la historia de los padres, la comprensión de la misma, entre muchos otros factores.
Es por esto que los testimonios de la Segunda Generación son extremadamente valiosos para la Historia Proceso como una consecuencia inmediata del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. Cada testimonio rescata no solo la historia de los padres, sino la convivencia de los hijos en el entorno familiar, las raíces generacionales de quienes fueron víctimas de un asesinato sistemático y el recuerdo de luna de las catástrofes humanitarias más grandes.
Cada testimonio es un paso hacia el nunca más, que nunca nadie lo olvide, porque nosotros, las nuevas generaciones siempre lo recordaremos y procuraremos que ningún otro ser humano pase de nuevo por el sufrimiento generado por el odio.
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