Más de veinte organizaciones culturales hispano-israelíes, de lucha contra el antisemitismo, asociaciones de amistad, y comunidades judías, han mostrado hoy su “preocupación” por el descarrilamiento de las relaciones bilaterales estos últimos dos meses y piden a los gobiernos de España e Israel que “recuperen el diálogo… por el bien de los dos pueblos“, en una inusual carta abierta a ambos difundida por redes sociales.
Encabezadas por la Asociación de Judíos Españoles Guesher, las veinte instituciones exhortaron a ambos líderes a moderar el tono de sus declaraciones y volver a la normalidad que debería regir en las relaciones entre dos Estados amigos: “Manifestamos nuestra más profunda preocupación por las relaciones entre España y el único Estado judío del mundo. El tenor y contenido de las declaraciones hechas por el presidente Sánchez, las reacciones de Israel, y los ecos de la crisis en medios y redes sociales, ponen en peligro unas relaciones cultivadas con esmero a lo largo de casi cuatro décadas en beneficio de los dos pueblos, y hacen peligrar el trabajo que nuestras organizaciones y comunidades han desarrollado durante años en favor de las relaciones entre españoles e israelíes, y entre españoles judíos y no judíos”.
La misiva surge desde la sociedad civil y bases culturales e intelectuales del amplio entramado de relaciones hispano-israelíes, y ha recibido el apoyo de al menos veinte comunidades y asociaciones por todo el mapa español. Hay ocho asociaciones de relaciones culturales y de amistad, cinco plataformas de lucha contra el antisemitismo y el recuerdo del Holocausto, tres comunidades judías masortíes, dos reformistas y la Federación de Jóvenes Judíos de España (FEJJE). Ninguna de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), equivalente a la DAIA argentina.
UNA CRISIS DE ACUMULACIÓN
Las relaciones bilaterales comenzaron a resquebrajarse a raíz de la masacre del 7 de octubre cometida por la organización terrorista Hamás y la respuesta militar de Israel, que llevó a varios ministros españoles a atacar duramente al Gobierno de Netanyahu. Sorteado un primer choque a finales de octubre a nivel de embajadas y de ministerios -básicamente con la llamada al Ministerio del embajador del otro país para una suerte de reprimenda-, fue la visita de Sánchez a Israel y el paso de Rafah el 23 y 24 de noviembre la que acabaron por colmar la paciencia de Israel. En ese viaje, el presidente español acusó a Israel de “matanzas indiscriminadas” en Gaza en una maltrecha rueda de prensa en el paso en el mismo momento en que debían salir los rehenes de la primera tanda. A su regreso a España, en una entrevista, Sánchez volvió a incidir en las acusaciones de violación del derecho internacional humanitario, y el 30 de noviembre, el canciller israelí Eli Cohen llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian Gordon. Hasta ahora no ha regresado.
Para la veintena de instituciones firmantes de la carta, “la crisis diplomática ha contribuido a agravar el clima de hostilidad en el que se ven las comunidades judías en España desde el comienzo de la guerra, un momento de grave aumento del antisemitismo” debido a la actividad anti-israelí y anti-judía de grupos propalestinos y de la extrema izquierda.
Y hacen “un llamamiento urgente a los gobiernos de ambos Estados a recuperar el diálogo, moderar el tono de sus declaraciones y volver a la normalidad que debería regir en las relaciones entre dos Estados amigos”.
Israel y España establecieron relaciones diplomáticas en 1986 tras un largo, complejo, e histórico proceso de acercamiento diplomático casi 500 años después de la Expulsión de los judíos en 1492. Desde entonces, y pese a divergencias políticas previas, generalmente por guerras como la actual, nunca se había producido una crisis bilateral de semejante alcance.
LLAMAMIENTOS AL BOICOT DE AUTORIDADES
Tal es el impacto de la crisis diplomática que, hace unos días, en un llamamiento completamente separado y sin precedentes en España, la Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) pidió a los líderes judíos que boicoteen al Gobierno el próximo Día Internacional del Holocausto, el 27 de enero.
En un comunicado, les instó a que no acudan a los actos organizados por, o con, miembros del Gobierno de Sánchez porque con ello contribuirían a “blanquear” su política de hostilidad hacia Israel: “Este año no es una conmemoración cualquiera: Israel, el Estado Judío, donde viven la mitad de los judíos del mundo, está en guerra contra aquellos que buscan ejecutar un segundo Holocausto“, y por tanto “no debemos permitir que el gobierno de Sánchez se blanquee durante los próximos actos de conmemoración del Holocausto”.
El llamamiento, explicó la ONG, es igualmente para los líderes comunitarios como para “otros personajes destacados de la vida judía en nuestro país”, una posible alusión al personal diplomático israelí.
Un llamamiento similar en tono, alcance y simbolismo, al que hace dos semanas hizo -por notificación privada- la comunidad judía masortí Atid de Barcelona que, en respuesta a una invitación de la Generalitat (el gobierno autónomo) a los actos del 27 de enero, declinó toda participación de sus dirigentes. En la carta, instó a las autoridades catalanas a ponerse mirarse frente al espejo por su silencio que habían mantenido sobre la masacre del 7 del octubre, el mismo silencio que sufrió el pueblo judío durante el Holocausto.
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