Estimados cobardes:
Con gran tristeza veo lo pusilánimes que son, porque ni siquiera tienen los pantalones para dar la cara.
Veo con gran tristeza cómo se dejan manipular por otras organizaciones.
Y también veo cómo se comportan como borregos haciéndole caso a sus pastores, pastores que tienen otros intereses diferentes a los suyos y que nada más los usan a ustedes como carnada.
Lo cobardes que son como cuando, por ejemplo, temblaron de miedo al ver a la policía llegar el domingo a las cinco de la mañana al estadio de CU, creyendo que venían por ustedes.
Y veo su discurso tan idiota para justificar su invasión, que hasta risa me dan. Borreguitos:
Ustedes no tienen idea de lo que están haciendo. No tienen idea de la bronca que van a tener. Es más, no saben cómo sus pastores se van a deslindar de ustedes cuando los metan al tanque.
No saben ni se dan cuenta del tamaño tan chiquito que son. Es más, no son borregos… más bien, son… hormiguitas.
Así de enanos están.
Todos sabemos que lo que ustedes buscan es un muertito… uno solo.
Todos sabemos que con ese muertito, ustedes tendrán la justificación para prender la mecha y repelar la ofensa por ese muertito.
Muertito que a todo mundo le valdrá poco, excepto a su familia. Neta neta…. son de causar pena.
Y son de causar pena porque ninguno de ustedes tiene liderazgo ni educación universitaria —y en caso que la tuvieran— ni se nota.
Ustedes son unos porros contratados para armar el mayor desastre que se pueda armar. Y son tan lamentables, que no se dan cuenta que esta batalla ya la perdieron.
Además, son tan estúpidos que no se han dado cuenta del daño que le van a causar a sus padres, hermanos, familia y amigos cuando estén en el tanque.
No se han dado cuenta de lo terrible que es vivir en una cárcel. De lo largo que serán sus procesos y de lo largo que tendrán que esperar para las apelaciones, etcétera, etcétera… Y no solamente el tiempo… sino la lana.
Vivir diario en los reclusorios, cuesta. Ya saben: mordidas, comprar seguridad, comprar comodidades y estar en paz. Cuesta muchísimo.
Pero en fin, esa será su bronca. Bronca que compraron por ingenuos, tontos e inútiles.
Bronca en la que tarde o temprano se van arrepentir. Pero como yo digo, todo esto ha sido su decisión.
Una decisión de la que no podrán culpar a nadie más que a ustedes. Porque es obvio que todo esto no quedará impune.
Y como estoy seguro que este secuestro se resolverá a favor de la UNAM —más temprano que tarde— pues sí la van a pagar.
Yo creo que algunas hormigas de ustedes tienen un porcentaje muy pequeño de materia gris.
Si es así, les recomiendo que se bajen del barco —lo más pronto posible— porque ese barco seguro se va a hundir.
Es lamentable lo que están ocasionando. Es lamentable lo que les va a pasar. Y, sobre todo, es lamentable que se hayan dejado manipular por terceras personas.
En fin, ya invadieron la UNAM. Ya la secuestraron. No respetaron su autonomía. No respetaron a los estudiantes que van a estudiar. Y ya la van a pagar.
Me dan mucha pena.
Es una lástima lo que está pasando y es una lástima lo que les va a pasar. Así se queman los niños cuando juegan con fuego.
Lo siento por ustedes y me alegro por la UNAM. Ya están al cuarto para las 12, para que los desalojen. Y ya están al cuarto para las 12 para que los vayan a tronar.
Fue su decisión y así les irá. Porque aquí en México y en el mundo….
El que la hace… la paga.
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