Estimado Pedro Joaquín:
Hace 6 años, cuando aún no manejaba la campaña de Roberto Madrazo, leí con mucha sorpresa, la ruptura de tu partido con Elba Esther Gordillo. Y la leí con sorpresa, porque nunca me imaginé que tendrían los pantalones para expulsarla.
¿Por qué los pantalones?
Pues muy fácil: la maestra representaba una total influenza —digo— influencia con todo el magisterio del país.
Una influenza —perdón— influencia, que amenazaba desestabilizar a tu partido, y además, mucha influencia sobre muchos priistas de primer nivel.
Y como recordarás… lo logró literalmente en la elección del 2006. Los hizo pinole.
En esa elección hizo campaña contra Madrazo, amenazó a varios gobernadores priistas, que si ayudaban al partido en la elección, la pagarían muy caro. Y para el colmo, fundó su partidito de juguete, además de vender caro su amor a los panistas y a Felipe Calderón.
Como la típica obra cabaretera de nuestra querida Carmen Salinas… Aventurera…
¡Qué surrealismo! Ese surrealismo que Bretón, Dalí, Buñuel y Fellini, hubieran aplaudido de pie.
Entiendo que en la política no hay moral, no hay ética ni tampoco principios. Sin embargo, a pesar de todo esto, me sorprendió muchísimo como Humberto Moreira le había otorgado tantas concesiones a la maestra milagrosa.
Me sorprendió mucho la corta memoria que tenían y me sorprendió mucho la cero dignidad y la facilidad que tienen para olvidar y perdonar a la persona que hace seis años, los hizo mierda.
Darles 24 diputaciones y cuatro senadurías a un partidito de juguete, se me hacía mucho.
Y la verdad Pedro Joaquín, me ha dado mucho gusto que hayan recapacitado y la hayan mandado a volar. Elba Esther no es ética, es una convenenciera que le importa poco o nada el país, lo único que le importa es el poder y el dinero.
Lo demás —como la educación— no es su problema. Es problema del Gobierno Federal.
Con esta ruptura, me da la impresión que comunican que va en serio una renovación. Me comunica que esta vez, la sociedad les importa más que sus intereses, y que la verdad, ganen o no, ya existe un cambio en su forma de pensar.
Y con relación a esta elección, me encantaría que el Panal, el PT Y Convergencia (o como se llame) pierdan su registro. Imagínate el bien que le harían a la democracia.
Aunque me queda claro, que estos dos últimos la van a retener gracias a su rejunte con López Obrador.
Y para terminar con la maestra: ¿tú le crees?… Yo tampoco.
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