Estimado joven Attolini:
Me recuerdas mucho a un comercial de la Lotería Nacional que hice hace años cuando Zedillo era Presidente de la República.
Te lo platico:
Salía un joven como tú a cuadro manejando un Corvette y decía: Yo era comunista hasta… que me gané la Lotería.
Ahora sí… ¡Bienvenido al mágico mundo de la TV! Bienvenido a tu nueva carrera de “crítico” en la televisión mexicana. Bienvenido al medio que tanto criticaste, odiaste, insultaste y vomitaste.
Sí, mi querido joven Attolini, bienvenido al establishment que tanto odias y repudias.
Ahora sí, mi querido joven, vas a vivir lo que nunca has vivido. Vas a vivir la experiencia de tu vida.
Imagínate…
Para empezar, ya estás cobrando tu sueldo de una de las más grandes “mafias del poder”.
Y para el colmo, al aceptar cobrar ese dinero, te acabas de convertir en un empleado más de ellos.
Independientemente de que ya estés padeciendo el odio de tus ex amigos los “ternuritas” del #YoSoy132.
Sí, los mismos ternuritas que te apoyaron, confiaron y te nombraron como uno de sus 43 mil voceros que tienen.
Pero en fin, esa es otra conversación.
Mejor regresemos a lo que vas a vivir:
Fíjate que vas a vivir económicamente mejor. Supongo que te van a pagar por programa. Entonces, cuando multipliques por cuatro programas tu sueldo al mes, te vas a emocionar.
También te vas a emocionar mucho cuando dentro de unos tres o cuatro meses, la gente te comience a reconocer en la calle. Tus papás y tu novia —si es que tienes— van a ser los más felices.
Otra cosa que te va a emocionar es cuando te veas por las mañanas en el espejo y te digas: “Toñito: ¡Eres un genio!”.
¿Te fijaste cómo le diste ayer en la madre a Joaquín y a Marín? ¡Estás en la cúspide!
Y de repente, te va a llegar otra realidad…
Ese día que creíste que le diste en la madre a Joaquín y a Marín… ¿Qué crees? ¡El programa nadie lo vio!
El programa no tuvo ni un punto de rating.
Y de repente… Comenzarán tus agruras. Comenzarán tus pesadillas. Comenzarán tus pensamientos negativos de:
Me van a correr.
Se me va acabar ese delicioso sueldo que me daban para criticarlos. Las ternuritas ya no me van aceptar.
Y para el colmo… Ya me volví normal… Tendré que trabajar en serio para ganarme la vida…
¡¡¡Qué horror!!!
¡¡¡Ya no voy a ser famoso!!!
En fin, mi joven Attolini, esta es una opción de lo que te puede pasar. Igual y me equivoco muchísimo.
Igual y tu programa es un éxito e igual tú y tus amiguitos serán los próximos conductores estrellas de ese Canal.
Conductores estrellas con todos los privilegios que gozan los conductores.
Sin embargo… Lo dudo mucho… El domingo vi tu primer programa…
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