Estimados madridistas:
Como mercadólogo que soy, siempre he admirado la estructura de comunicación de su admirado club. Su visión de cómo aumentar sus ingresos es admirable y sus alianzas con empresas líderes en el mundo me hacen admirarlos aún más.
Un buen ejemplo es su asociación con la empresa líder en automóviles de lujo Audi.
Cada año le regala a los 25 jugadores del plantel un Audi nuevo y se los regala con mucho gusto, porque ustedes representan al grupo objetivo al que la empresa busca vender esos autos.
Hasta ahí muy bien.
Florentino Pérez, su presidente, un excelente empresario que entiende muy bien los negocios del futbol a nivel mundial, y un presidente que ha puesto al club en un lugar muy preponderante dentro del ámbito deportivo en el mundo.
Otra vez, hasta ahí bien.
Ahora hablemos de su entrenador:
Carlo Ancelotti es, sin duda, uno de los cinco entrenadores más prestigiados en el mundo. Un humanista con gran visión. Un entrenador con gran experiencia y muy actual dentro del sistema del futbol global. Sin embargo, es un entrenador que se angustia cuando los resultados no se dan como se deberían dar.
Repite un esquema; cada semana vuelve a los mismos jugadores sin importar el equipo contrario.
Se ha confiado mucho en sus resultados, en su 11 titular y, en mi opinión, se había relajado muchísimo cuando le llevaba de ventaja cuatro puntos al Barcelona. Y con esa observación, él mismo ha relajado tanto a sus jugadores que éstos juegan porque son del Real Madrid.
Y como un buen ejemplo que me vino el sábado a la cabeza, fue ¿para qué metió a jugar en el minuto 74 al Chicharito? ¿Acaso era para meter cuatro goles en 12 minutos? En fin, sigo muy sacado de onda con ese cambio.
Ahora hablemos de ustedes… los jugadores:
Sin duda, son jugadores élite y jugadores extraordinarios. Son jugadores que están en la punta de la pirámide dentro del mundo del futbol. Jugadores con un promedio de edad de 29 años. Jugadores multimillonarios y jugadores bastante bien educados en escuelas y universidades. Pero tienen un grave problema: son unos pinches soberbios e irresponsables. Se creen la mamá de Tarzán y se creen los invencibles. Y es con esta actitud que el sábado pasado el Atlético de Madrid les metió un baile inolvidable. No un baile… un danzón…
Me dio mucho coraje cómo un equipo con una nómina muy modesta con relación a la de ustedes les haya dado, otra vez, otra lección. Y para el colmo, no esa lección… sino mínimo… ¡tres lecciones! ¡Qué vergüenza!
Son unas vedettes que se creen que con salir a la cancha ya ganaron. Son una bola de soberbios sin humildad Nada más recuerden cómo hace una semana, cuando jugaron contra el Córdoba, el trabajo que les costó ganarle. ¡Al Córdoba! Son unos caradura y son unos irresponsables.
Ojalá y corrijan su camino volviéndose más humildes y más profesionales. Y Ojalá…. jueguen como cobran.
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