Estimado Marcelo:
Pasaron rápido estos 6 años. Esto significa para mí que hiciste las cosas muy bien.
Y, de verdad, creo que en general sí la hiciste.
Me gustó mucho la construcción de los segundos pisos y los nuevos ejes viales. Me gustó mucho lo de la alberca y la pista de hielo para que la gente más necesitada disfrute de esas nuevas experiencias.
También me gustó mucho cómo mejoró la seguridad con Mancera y con Mondragón.
Lo de las bicicletas también me gustó.
Las leyes que emanaron de la Asamblea en general estuvieron bien. Y yo te diría que definitivamente sí vivimos en una ciudad muy liberal y muy del primer mundo. En general creo que hiciste un papel muy destacado como Jefe de Gobierno. Y por esto —de verdad— te felicito.
¿Qué me quedaste a deber? El famoso México verde. El DF sigue igual de gris como cuando llegaste.
Me quedaste a deber una relación institucional con la Cuevas y con Demetrio en la Miguel Hidalgo. Prácticamente nos abandonaste 6 años. Y todo porque los delegados no eran perredistas.
Y también me quedaste a deber una educación cívica con los conductores. Seguimos siendo los conductores más nacos en toda la república. Y llevamos más de 20 años sin que nadie haga algo para que cambiemos. Y eso que yo te ofrecí mi agencia para que te haga una campaña de civismo gratis. En fin, supongo que no se pudo hacer todo.
También quiero comentarte lo que no me gustó. Aclarándote que lo que te voy a comentar no significa que yo tenga la razón. Simplemente son comentarios de un ciudadano más.
Me sacó mucho de onda que como Jefe de Gobierno no hayas aceptado tener una relación institucional con el Presidente. Sobre todo cuando muchos sabemos que tuviste muchos acuerdos con él en lo obscurito. Eso de no darle la mano en público o no pronunciarlo por su nombre se me hace una mamada del tamaño del mundo.
Tampoco me gustó que no hayas hecho mucho con los plantones o con las manifestaciones. Entiendo perfectamente que la Constitución lo permite; sin embargo, para mí los derechos humanos son de la mayoría, no de las minorías.
Y cuando se afectan a las mayorías… tienes una responsabilidad ética y moral. Responsabilidad ética y moral que en 6 años no ejerciste.
También lo que se manejó con las patas fue lo del News Divine. Pero, en fin, haciendo todo esto a un lado, creo que en general tuviste una administración eficiente.
Ahora hablemos un poco de tu futuro:
Futuro que —estoy seguro— lo tienes superclaro. Ya te postulaste como precandidato de la izquierda a la Presidencia de la República para 2018.
Ok.
La primera pregunta: ¿Irá la izquierda unida con un solo candidato de unidad de los cuatro partidos?
La segunda pregunta: ¿Ese candidato serás tú? ¿O será Andrés? ¿O será Miguel? ¿O será otro?
La tercera pregunta: En caso de que seas tú, ¿te administrarás bien estos 6 años?
Son preguntas muy interesantes porque la llegada a tu candidatura no la veo muy fácil. Es más, asumiendo que llegues, también veo que te vas a enfrentar con un candidato panista muy dolido que buscará la revancha para regresar a Los Pinos.
Y si a esto le sumas que el candidato priista será el candidato del partido oficial. Y si a esto le sumas la cantidad de gobiernos estatales y municipales que gobiernan PRI y el PAN contra los relativamente pocos que ustedes tienen, pues tu aventura se te complica un poco más.
Y si a esto le sumas la desbandada de perredistas que dejarán en 3 años al PRD para irse al partido de Andrés. Y si le sumas la mala leche de las padiernas y bejaranos para joderte… Y si le sumas las traiciones de muchos amiguitos que creías que eran tus amigos. Y si le sumas la cantidad de recursos que necesitarás y que posiblemente no tendrás.
Y si le sumas la nueva cargada de admiradores de Miguel. Y si le sumas que no tendrás el foro mediático que tuviste durante estos 6 años. Y si le sumas que en los próximos 3 años vas a tener que refundar tu partido. Y si le sumas… Y… si le sumas…
El señor Alazraki trata de poner ironía a la primera parte de su cartita – y no le sale.
Más adelante se vuelve un galimatías de supuestas reclamaciones y, al final, le augura un negro porvenir político.
Francamente, llegué a pensar que Alazraki iba a reclamar, seriamente, la pésima administración de M. Ebrard.
Sólo con ver la situación catastrófica de la ciudad de México – la lista de deficiencias es evidente – concluimos que fue un desastre la administración de don Marcelo, producto bien acabado de cuatro períodos de gobierno del PRD.