Estimado Nicolás:
Estoy sacadísimo de onda porque no vas a venir a la Cumbre Iberoamericana.
¡Muy sacado de onda! ¿Cómo es posible que una persona tan inteligente, tan sensible, tan culta y tan democrática como tú, se haya negado convivir con el 90 por ciento de los líderes iberoamericanos?
De verdad Nicolás, ¿cómo es posible?
¿Sabes el daño que le estás ocasionando a tus hermanos latinoamericanos?
Porque si no lo sabes, te lo voy a explicar:
Se van a perder tus sabios consejos.
Se van a perder tus profundos conocimientos económicos.
Se van a perder de tus profundos pensamientos sobre la democracia.
Y para el colmo…
¡Tampoco van a disfrutar de la extraordinaria mesa redonda que ibas a compartir con Evo, Cristina y Dilma.
En fin… De verdad…
¡Qué rabia! Yo ya había empacado para ir a Veracruz.
Pero como no vas, ni tampoco irán Evo ni Cristina ni Dilma, pues… ¡Tampoco iré!
¿Para que voy a oír a Michelle Bachelet presidenta de Chile y a Laura Chinchilla presidenta de Costa Rica para que nos platiquen de sus grandes progresos?
La verdad Nicolás, no vale la pena.
Valía la pena escucharlos a ustedes cuatro.
Pero la verdad mi querido Nicolás, esta Cumbre sin ustedes cuatro… será muy mediocre.
Y todo, ¡por su culpa!
En fin, todos los mexicanos nos perderemos sus profundos conocimientos. ¡Ni hablar!
Nicolás:
Esta Cumbre va a dar flojera. Y la verdad, tengo mucha rabia. Tengo mucha rabia porque me voy a perder de las grandes ideas de Cristina.
Si caray, me voy a perder la historia de cómo destruyó la economía de su país.
También, me voy a perder el maravilloso discurso de Evo.
Sí, me voy a perder su profundo discurso de cómo en tres periodos no ha podido hacer crecer a Bolivia ni siquiera un 2 por ciento.
Y de Dilma…
Mi querida Dilma… También me voy a perder su historia de cómo está a punto de lograr sacar a Brasil del BRIC.
Historias maravillosas de cómo hundir a sus países sin proponérselos. En fin mi querido Nicolás, supongo que así es la vida. Conste que no vienes, porque no quieres compartir tus profundos conocimientos con el resto de tus hermanos.
No sea que te las vayan a copiar.
Estimado Nicolás: Los vamos a extrañar. Mientras tanto, veremos cómo el resto de los países hermanos se comunican y comparten diferentes ideas para ser mejores.
Veremos cómo se crearán nuevas alianzas para invertir y crecer.
Y veremos cómo saldrán de Veracruz con nuevas ideas y nuevas alianzas para progresar.
Obviamente, me queda claro que no los necesitas.
Tú, Evo, Dilma y Cristina…
¡Saben todo!
Ya nos dimos cuenta…
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