Absolutamente despreciable Sr. Sánchez:
Me acabo de enterar de unas declaraciones suyas que hizo en mayo 2012, cuando competía para la senaduría por el Estado de México, lugar que por cierto perdió y terminó en tercer lugar. Declaraciones por cierto muy estúpidas (para no decir otra cosa) en las cuales usted admiraba a Julio César y a Hitler.
Usted declaró textualmente lo siguiente:
“Fueron hombres que trascendieron en la historia, que dominaron al mundo, a lo mejor no de la manera más convincente para todos, pero admiro el liderazgo que ambos tenían, para que miles de gentes estuvieran dispuestas a dar su vida por ellos”.
Mi primera reacción como judío-mexicano fue la clásica: ¡Ay buey! ¿Quién es este pendejo? ¿De verdad es un político del PAN? Que raro, ni los panistas ni los perredistas son antisemitas, es más, en México no se vive el antisemitismo.
Entonces, una vez descartada la teoría del antisemitismo, llegué a otra conclusión: que es usted un retrasado mental, pero un retrasado mental en serio.
Vaya que para admirar a dos dictadores que masacraron a millones de seres humanos se tiene que ser una bestia.
Supongo que entre sus héroes favoritos también están Poncio Pilatos, Atila, Judas, Franco, Fidel Castro, Chávez, Stalin, Los Jemeres Rojos (si no sabe quiénes son, pregunte), Mussolini y, obviamente, el presidente de su partido, Gustavo Madero.
Supongo que sus libros favoritos son Memín Pinguín, Charlie Brown y Snoopy, Los tres Chiflados, Aladino y la lámpara maravillosa, La isla del tesoro y por supuesto… Caperucita roja.
También supongo que su libro favorito es Blanca Nieves y los siete enanos ya que usted se identifica con uno de los siete enanos.
En el cine, supongo que sus películas favoritas son Los hermanos Marx, Los tres chiflados, El Gordo y el Flaco, El rey león, Dumbo, Pinocho y una que otra de nuestro inolvidable Tin Tan.
En TV supongo que los programas que más ve son las repeticiones de Simplemente María, Los ricos también lloran y, por supuesto, Gutierritos, sin olvidar a los simpáticos Rin Tin Tin y Lassie.
En los deportes, supongo que le va a Tecos, que su ídolo era el inolvidable Toluco López y que admira con la misma pasión al tramposín Lance Armstrong.
Como verá señor Sánchez, ya lo estoy conociendo. También me imagino —porque no me consta— que hizo trampas en la elección que ganó por un voto para presidir su partido en el Estado de México. Y supongo que también esa noticia alegró muchísimo al PRI y al PRD.
También entiendo que su cultura e inteligencia no le dan para mucho. Supongo que también reprobó 2 o 3 veces en la escuela, porque si no hubiera sido así, usted no hubiera hecho esas declaraciones tan idiotas.
Si hubiera estudiado un poco más, se habría dado cuenta de que la humanidad ha tenido extraordinarios seres humanos que son admirados por la gente que sí estudió.
Seres humanos como el mismo Jesucristo, la madre Teresa, Gandhi, Rigoberta Menchú, Einstein, Lincoln, Juárez, nuestros mismísimos Niños Héroes, la hermana Elvira, Hugo Sánchez, La Tota Carbajal, Chaplin, etcétera, etcétera…
Seres humanos que vivieron para servir al prójimo. Seres ejemplares que usted por su ignorancia nunca mencionó porque no los conoce. En fin señor Sánchez… así es la vida.
Existen personas inteligentes, como la gran mayoría de los seres humanos, que pensamos primero en el bien común, y existe una minoría de gente estúpida como usted que en lo único que piensan es cómo destruir en lugar de construir.
Para terminar, supongo que ya sabe lo que le deseo:
Le deseo que lo corran del PAN. Le deseo que si no lo corren, que en las elecciones intermedias del 2015, vuelva a quedar en tercer lugar. Le deseo que se dedique a otra cosa, la que usted quiera menos de político. Le deseo que vaya a ver un psiquiatra y que regrese a la secundaria y preparatoria.
Y por último que ya no lea tantos cuentos, porque al final de la historia, uno se los cree.
Señor Sánchez: ¡Qué pena y lástima me da!
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