Estimado Pablo:
Te escribo a ti porque no sé a quién escribirle y la razón por la que te escribo es que, aunque hoy sea San Valentín, no puedo amar sino odiar a los señores que inventaron la retrógrada Ley del IFE.
Los odio con toda mi pasión porque le dieron en la madre a la democracia y a la libertad de expresión.
¿Cómo es posible que esos “creadores” de la ley hayan escrito tantas idioteces? ¿Y cómo es posible que nuestros senadores se las hayan permitido?
Todo esto viene a colación porque este fin de semana fui invitado a Cancún a un seminario de marketing político organizado por la famosa revista americana Campaigns and Elections.
Vinieron excelentes conferencistas de Latinoamérica y de USA y a mí me tocó cerrar. No sabes con qué la frustración hablé.
Mientras ellos hablaban de tendencias, redes sociales, democracia, etc., yo hablé de lo que he aprendido en estos 17 años como marketinista político (en esa parte no me frustré).
Hablé de la libertad que tenía para crear esos anuncios y de la felicidad como creativo que me daba hacerlos.
Como segunda parte de mi conferencia, les mostré unos ejemplos de los 15 spots que yo consideraba mis mejores anuncios, anuncios de un minuto hasta anuncios de 10 segundos.
Anuncios que producíamos y que en 2 días estaban al aire. Anuncios comparativos, anuncios negativos y anuncios positivos.
Todos… bajo una estrategia y todos… con una absoluta libertad de expresión.
Y ahí vino mi frustración… Pablo:
De esos 15 anuncios, ¡la mitad no podría ser transmitida hoy con esta estúpida Ley!
Imagínate… ¡8 de 15 spots hubieran sido censurados por el IFE!
Una terrible frustración. Una frustración porque se borró de nuestro diccionario la libertad de expresión. Una frustración porque se terminó con la democracia y se dictó una censura absoluta. Una absoluta censura desde la creatividad hasta la selección y compra de medios. Sí, una censura.
Una censura en nuestro adorado México. ¿Y por qué se terminó con la democracia?
Muy fácil… porque nadie puede expresarse libremente a favor o en contra de un candidato. Porque los candidatos no pueden hacer campaña durante estos 45 días excepto la Santa Inquisición (el IFE), que nos inundará de anuncios verdaderamente estúpidos durante estos días.
Y para muestra un botón: ahí está su primera idiotez con su anuncio en totonaca o el idioma que sea. Una censura, porque los gobernadores no pueden anunciarse cuando quieran y como quieran.
Una falta absoluta de la democracia, porque durante estos 45 días nosotros no podremos invitar a ningún candidato a nuestros programas o noticiarios, porque la censura no nos lo permite.
Como la censura tampoco permite que los candidatos hagan ningún tipo de reuniones públicas con su electorado. ¿Seguimos?
Vemos cómo la Santa Inquisición no nos permite escoger los horarios ni programas en los cuales nosotros consideremos que deberían pasar nuestros spots.
Al contrario, veremos cómo spots de candidatos van a pasar en ¡Chabelo y en las caricaturas!
Vemos cómo tenemos que cumplir su orden en entregar los spots 2 semanas antes de la semana en que van a salir. Y spots de ¡30!… nada más de 30 segundos.
Y para el colmo, una vez entregados al IFE, todavía hay una serie de censores que son los que te autorizan si pasa o no pasa el spot.
Pablo:
Éste no es el México que soñamos. Éste es justamente el México que debemos eliminar.
No es posible que un minúsculo grupo de “intelectuales” de quinta categoría nos digan cómo ejercer nuestra libertad de expresión.
Tenemos que inconformarnos y tenemos todos los que estamos en los medios de comunicación, luchar el próximo año para que esta ley se derogue.
México no es así. México es demócrata y así debe continuar.
Y aunque entiendo perfectamente el porqué de esta ley, tú y yo sabemos que no sirvió para nada.
Es más, a los “castigaditos” les ha ido superbién en estos últimos 6 años. Así que para variar… otra metida de pata.
Y cambiando el tema, a todos nuestros lectores:
¡Feliz Día de la Amistad!
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