Estimado Ricardo:
Te habla la voz de tu conciencia.
Hablaremos tú y yo solitos, como solemos hacerlo.
Sin Zambranos ni Padiernas ni Fernández Noroñas.
Iniciaremos nuestra plática directo al tema:
¿Qué hacer después de que Andrecito perdió las elecciones?
Era obvio que nos íbamos a quedar sin chamba.
Como era obvio que tampoco íbamos a producir lana.
Y como no tenemos ningún centavo ahorrado (porque nosotros no robamos ni un quinto de gobernador… Jeje… ¡qué buen chiste!), entonces teníamos que hacer algo para vender muy cara nuestra derrota.
Y así poder ahorrar para nuestra vejez.
El problema era el siguiente:
¿Cómo justificar la madriza que nos dieron?
Ahí estaba el secreto.
Y como era obvio que ya no podíamos bloquear Reforma y que tampoco podíamos repetir el discursito de fraude, entonces… ¿Qué hacer para recibir ingresos honorables para —por lo menos— vivir humildemente y decentemente los próximos 3 años?
¿Cómo podíamos vender cara nuestra derrota? Cara… ¡muy cara!…
Sabíamos que no había mucha lana de dónde jalar. Sabíamos que teníamos —nada más— lana de las siete delegaciones que comanda nuestro sirviente René.
Pero… No era suficiente…
No podíamos vivir como gente decente con la lana que nos darían nada más esas siete delegaciones. Necesitábamos más.
Y a sabiendas que la creatividad nos sale cuando más desesperados estamos…
Pues se nos ocurrió la gran idea:
¡¡¡Démosle en la madre al país!!!
¡¡¡Mientras más le demos en la madre a México, más dinero vamos a ganar!!!
Y como en México no existe un político más creativo que nosotros, pues a inventar la madriza.
Y de ahí, mi querido Ricardo… ¡¡¡Tu genialidad!!!:
¡Utilizar a nuestros esclavos para desmadrar a México!
Ya sabes… Los Atencos, los Francisco Villa, el SME, nuestros borregos del 132 y demás aliados.
¡¡¡Brillante!!!
¿Pero sabes dónde me quito el sombrero ante tu enorme creatividad? Con Soriana. ¡Qué bárbaro!
Fue genial.
Mira que inventar esa historia en la cual ni siquiera hay en Soriana tarjetas de débito, ¡fue grandioso!
Primero, le dimos en la madre a una empresa mexicana.
Segundo, con la ayuda de nuestra delegada espuria Brugada, les clausuramos dos tiendas.
Dejando sin chamba a 4 mil empleados mexicanos.
Fue… ¡increíble!
Y sobre todo que nuestra gente nos la cree.
Pobrecitos… ¡Son tan inocentes!
Que es tan fácil tomarles el pelo.
Pero lo que viene está increíble.
Marchas, intentos de invadir Televisa, bloquear la Cámara de Diputados para que los diputados no tomen protesta…
¡¡¡Vamos a incendiar el país!!!
¡¡¡Qué maravilla!!!
Querido Ricardo:
Nuestro futuro está asegurado.
¡Viva México!
GRACIAS, CARLOS POR TUS CARTAS, AUNQUE YO VIVO EN ISRAEL, ES UNA MANERA PARA MI DE SABER LO QUE ESTA PASANDO EN MEXICO….TU OPINION ME GUSTA Y LA DISFRUTO….
ESTHER KERSHENOVICH