Tras la celebración del pasado referéndum celebrado el 1 de octubre de 2017 en Catalunya, muchas cosas han pasado. Casi 900 personas fueron heridas por parte de las fuerzas de seguridad españolas en contra de electores y protestantes, y ahora parece que el Govern de la Generalitat de Catalunya aplicará los resultados-90% de los 2.5 millones de electores que se dieron cita escogieron la independencia como su alternativa preferida-de la votación declarando la independencia unilateralmente aunque el Tribunal Constitucional haya paralizado el pleno convocado para el próximo Lunes 9 de Octubre. También, dentro de la mayoría de la clase política española se favorece la aplicación del artículo 155 para suspender la autonomía de Catalunya o para convocar elecciones, la banca en Catalunya está movilizándose hacia el territorio español antes de que se declare la independencia unilateralmente y sin dudas el discurso del Rey Felipe VI generó unos cientos o miles más de independentistas. Pero sin la menor duda posible, toda esta situación ha hecho que tanto la Comisión Europea como el Parlamento Europeo se posicionaron en favor de la retórica del Partido Popular y el Rey de España.
De hecho, en el debate sobre la situación en Catalunya que se celebró en el Parlamento Europeo (PE)-mientras el eurodiputado del PDeCAT, Ramón Tremosa, repartía rosas rojas y mostraba la estelada- la intervención de Guy Verhofstadt , ex-primer ministro de Bélgica entre 1999 y 2008, fue una de las más aplaudidas. Su discurso ha dejado claro que buscan la preservación de la “constitución y la ley española”. De igual modo, el PE ha mirado hacia otro lado-al igual que la Comisión Europea- cuando grupos políticos como Podemos-liderados por Pablo Iglesias y Ada Colau- y otras formaciones les han pedido que funjan como mediadores en este conflicto político. Incluso, el propio lehendakari vasco, Iñigo Urkullu Rentería, se ha ofrecido para fungir como mediador. A pesar de que el lehendakari representa a la facción que apoya el régimen constitucional del 78 dentro del Partido Nacionalista Vasco, y el cual se distanció del ex-lehendakari Juan José Ibarretxe cuando intentó llevar a Euskadi hacia la libre asociación, dejó claro hace unos días que tanto los vascos como los catalanes deben de tener el derecho a decidir si quieren ser partes del estado español o no. Sin embargo, las instituciones europeas al parecer no harán nada para resolver el asunto catalán. Por lo que la pregunta es, ¿por qué la Unión Europea (UE) no quiere involucrarse en este asunto? Para los que no lo sepan el movimiento independentista dentro del conjunto español no es el único movimiento soberanista dentro del marco territorial europeo.
En Alemania, tenemos por ejemplo al Partido de Baviera. Este partido ultraconservador promueve el que en la región histórica de Baviera haya un referéndum. A pesar de ya no gozar del apoyo destacable que algún día tuvieron, tienen muchísima presencia mediática en Alemania. De hecho, hace solo unos meses atrás el Tribunal Constitucional alemán desestimó un recurso presentado por esta formación para que en Baviera hubiera un referéndum argumentando que “los Länder-estados alemanes- carecen en la Carta Magna alemana de espacios para procesos secesionistas”. Aunque Alemania no es la excepción. En Italia, encontramos que en la Toscana, existe un grupo político llamado la “Liga Norte” quienes promueven la independencia del resto de Italia. Esta formación conservadora, está teniendo un poder increíble en términos electorales. Su impacto ha sido tal que en esta región 1 de cada 3 italianos se quiere independizar. Otras regiones como Lombardía y Veneto buscarán adquirir mayor autonomía dentro del marco constitucional italiano actual, a través de dos referéndums, durante este mes de octubre. Lo que realmente sucede es que en Italia, independentistas ha habido toda la vida, entre ellos sardos, vénetos, lombardos y tiroleses del sur. De hecho estos últimos, han sido en las pasadas décadas los más violentos. Tanto así que entre los 60’s y 80’s se hicieron responsables de centenares de actos de terrorismo. También, aún existe un movimiento independentista siciliano- hoy minoritario-el cual en los años cuarenta tenía bastante apoyo de la población civil.
En otro país donde el independentismo “amenaza” las fronteras europeas actuales lo es Bélgica. Como todos sabemos Bélgica es un país plurilingüístico y pluricultural donde ciertas regiones sienten más vínculos históricos con otros países alrededor del estado belga como Francia o Holanda. Un ejemplo lo es la Comunidad de Flandes. A pesar de que el estado belga se ha reformado en 6 ocasiones por los pasados casi 40 años buscando descentralizar el estado-algo que en España no ha ocurrido desde la promulgación de la constitución-las regiones de Valonia y Flandes siguen pidiendo aún más poderes gubernamentales e independencia fiscal. En el caso de Flandes, aunque lo antes mencionado ya lo han conseguido, sus convicciones independentistas aún están vigentes. Y es que a pesar de ser parte del gobierno belga actual y después de las pasadas elecciones cuando el tema independentista fue “sacado” del panorama electoral por un rato, este tema ha vuelto a surgir. De hecho, miembros del partido Nueva Alianza Flamenca han dicho que para 2025 el estado belga “ya no existirá.”
Por lo que llegados a este punto es evidente que Catalunya no es el único escenario donde el movimiento por la soberanía nacional de ciertos pueblos-dentro de estados constituidos y miembros de la UE-buscan lograr su independencia. Ante esto es evidente porque la UE no quiere mediar en el conflicto político que se vive en Catalunya. Si la UE llegara a mediar y reconoce que hay un conflicto en Catalunya, que entonces dejaría de ser “interno”, estas otras regiones tendrían “mayor legitimidad” para constituirse como entidades soberanas. Aunque la UE hoy apele al principio del respeto a la integridad territorial de sus miembros, el negarse a mediar tanto en el conflicto catalán como en el de otros países miembros de la UE es un error. En el caso catalán, el no querer mediar en ese asunto, es signos de que tiene miedo a dar ala a los demás movimientos independentistas en Europa. Pero también es un miedo que no quieren afrontar. Es por ello que me parece adecuado que entidades como The Carter Center sean parte de la solución e intermedie en conflictos políticos como el catalán. Creo que ya que han fracasado en Medio Oriente-a excepción del gran trabajo que hicieron en Colombia-deberían de hacerlo ahora en Europa.
Desde mi punto de vista, me parece que si la UE no quiere fungir como mediador en el conflicto catalán, y si los independentistas catalanes declaran la independencia unilateralmente, será esto en parte culpa de la UE. Además, si el Sr. Mariano Rajoy no quiere negociar con el Govern de la Generalitat-y es evidente que no lo hará porque si lo hace en base a la petición que Pablo Iglesias le hizo esto no le hará quedar bien ni dentro de su partido y menos electoralmente- y se declina por aplicar el artículo 155, se profundizará aún más el conflicto político catalán. El fortalecer la presencia de Guardias Civiles y Nacionales en Catalunya, y el buscar enjuiciar a los independentistas solo creará mártires a los cuales los independentistas catalanes adorarán. Esto dará no solo duplicará y fortalecerá como nunca al independentismo catalán, sino que alejará-aún más de lo que ya está- a Catalunya del resto del conjunto español.
Artículos Relacionados: