Me dirigí hacia la cocina para desayunar algo…
Estaba hambriento, caminé, de pronto sentí mis pies empapados. En el suelo había una gran cantidad de agua pero yo no la vi. Surgió en mí la reflexión: Cuantas cosas son, que realidades nos rodean pero por una u otra razón no las vemos…
Esta ceguera nuestra se da en muchos niveles a lo largo de nuestra vida…
No advertimos cuando lastimamos, herimos, un sentimiento…
No nos damos cuenta que cierta actitud nuestra empieza a generar envidia y odio por nuestra actitud para con…
Nuestra forma de ser para con algunos resulta insoportable… no lo advertimos…
A veces con algo de suerte viene nuestro despertar y empezamos a ver lo que nuestra ceguera nos impedía…
Empezamos a ver que tal conducta no es la apropiada…
Que tal actitud nos hace desagradables a algunos…
Que ese camino no nos lleva a ningún lado…
Es cuando nos empezamos a aliviar de nuestra ceguera; empezamos a reconocer realidades que a veces no nos gustan pero que son.
*Dijo el poeta: Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: despertar.
*Antonio Machado.
Artículos Relacionados: