Las palabras de Elfriede Scholz durante la Alemania nacionalsocialista le costaron la vida. Tras criticar la guerra, calificar a los soldados alemanes de «ganado para el matadero» y desear la muerte de Adolf Hitler fue condenada a muerte y ejecutada por el régimen nazi.
Una exposición en Berlín, organizada por la Fundación Memorial de la Resistencia Alemana, busca honrar el legado de mujeres que, como Scholz, fueron perseguidas por la justicia nacionalsocialista a causa de su resistencia.
En el mural de retratos expuesto se conmemora a 250 mujeres que arriesgaron sus vidas al desafiar al nazismo y lucharon por la libertad con diversas acciones.
Entre ellas destacan la provisión de alimentos y cupones a los judíos y comunistas, la falsificación de documentos, la recaudación de fondos para la comunidad judía, la redacción de artículos críticos hacia el régimen nazi, la distribución de propaganda subversiva, el ocultamiento de judíos y, en algunos casos, la participación activa en grupos de combate o de inteligencia.
La muestra, compuesta por fotos, documentos y textos explicativos, resalta la historia de 32 mujeres, presentadas como ejemplo en 23 unidades temáticas que muestran toda la amplitud social y la diversidad ideológica de la resistencia contra el régimen nazi.
Un grito de resistencia femenina
Todas las mujeres protagonistas de la exposición aprovecharon las oportunidades que aún existían bajo las condiciones de la dictadura para la compasión y la acción política.
Hilde Meisel (alias Hilda Monte), por ejemplo, utilizó la radio de la BBC para denunciar las injusticias del nazismo y desarrolló conceptos concretos para una comunidad federal europea con el objetivo de asegurar la paz en Europa después de la guerra.
Por ello, fue detenida en la frontera con Liechtenstein en abril de 1945 y fusilada cuando intentaba escapar.
Como parte del proyecto «Mujeres en la Resistencia contra el Nacionalsocialismo», en los últimos cuatro años un equipo de cinco investigadores dirigido por el profesor Johannes Tuchel, ha investigado los nombres de miles de mujeres que resistieron al nacionalsocialismo en el Tercer Reich y en el exilio, entre ellas Hildegard Loewy.
Loewy es una de las mujeres más jóvenes en el registro de los investigadores.
Al no lograr terminar sus estudios debido a las normas antisemitas, se volvió activa contra las políticas antisemitas nacionalsocialistas y la guerra, participó en campañas de distribución de panfletos, cedió su piso para reuniones secretas y apoyó las acciones del grupo de resistencia comunista-sionista.
«Si alguna vez se nos volviera a dar a los judíos un lugar como ciudadanos iguales sólo podría ocurrir si se diera la palabra en Alemania a una forma de gobierno diferente», señaló Loewy durante el interrogatorio de la Gestapo (policía secreta del Estado) el 20 de julio de 1942.
El 10 de diciembre del mismo año la joven de 20 años fue condenada a muerte por el tribunal popular y asesinada en la prisión de Berlín-Plötzensee el 4 de marzo de 1943.
Una lucha contra Hitler y Franco
Irma Götze, cuidadora de niños, participó en la producción de documentos prohibidos, participó en el movimiento juvenil de resistencia de Leipzig y en viajes de mensajería a Checoslovaquia.
En 1936, con solo 24 años, la también miembro del anarcosindicalista Sindicato Libre del Trabajo de Alemania (FAUD), huyó a Barcelona y participó en la Guerra Civil española, donde ayudó a cuidar a los heridos y a construir barricadas.
Después de ser encarcelada en España tras arrestarla la policía secreta soviética GPU, emigró a Francia y cayó en manos de la Gestapo. En noviembre de 1942 el Tribunal Regional Superior de Dresde la condenó a dos años y medio de prisión.
Durante las marchas de la muerte de 1945 consiguió escapar.
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