Era yo un niño cuando mis padres nos llevaban a cenar de vez en cuando a Sanborns en la calle de Madero… En la esquina de enfrente se construía un edificio.
El área exterior estaba rodeada de un muro (de madera) con unos cortes que se asemejaban a unas ventanas que permitían ver la evolución de la construcción de los cimientos, recuerdo.
En el trabajo de los cimientos se llevo más de dos años… En los terremotos más crueles que han azotado a la ciudad de México, se presume con certeza que no se rompió ni el cristal de una ventana del edificio de la Torre Latinoamericana.
Es en el seno familiar sin duda, donde se dan los cimientos para los seres que la integran. Cimientos, entiéndase valores, que harán de sus integrantes seres honrados, productivos y útiles a la sociedad.
Así como la Torre Latinoamericana ha permanecido desde su creación intacta; tal es el propósito de los cimientos que se deben dar en el seno familiar.
Aunque no siempre sea es así.
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