Los EE.UU., más cinco países europeos, se opusieron a la resolución.
Once países, en su mayoría europeos y africanos, se abstuvieron; mientras que Gran Bretaña, Francia, y otros tres miembros del Consejo tomaron un camino cobarde: se negaron a votar.
Que la India, que ha empleado tácticas mucho más mortales para el terrorismo que Israel, y es supuestamente un aliado cada vez más estrecho del Estado judío, haya votado a favor de un decreto que dicta que Israel es culpable de crímenes de guerra, es particularmente decepcionante.
Aún más hipócritas fueron los “sí” de Rusia, China, Pakistán e Indonesia, cuyo trato ha sido mucho, mucho más brutal que Israel. “Si sólo Los chechenos hubieran sido tan afortunados como los alestinos”,me dijo un disidente de Chechenia en una conferencia celebrada en Praga el año pasado. Lo mismo podría decirse de los tibetanos o uigures en relación a los chinos.
La negativa británica y francesa de votar “no” son también decepcionantes. ¿Qué va a pasar cuando Gran Bretaña sea llevada a juicio por Crímenes contra la Humanidad por su presencia en Irak, Afganistán, Irlanda del Norte, las Islas Malvinas y otros lugares?
Otro “tache” más para los supuestos aliados de Israel, Jordania y Egipto, que votaron “sí”.
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