Aunque parezca título de película se un hecho real.
La historia como la de muchos se divorcian y se vuelven a hacer su vida, pero en mi caso rompiendo con la “tradición” de “hablar mal de los padres a los hijos, por parte de los abuelos o maldecir a la misma pareja enfrente de ellos.”
Si bien parece muy fácil no lo es, implicó un reconocimiento de la situación, una aceptación y un perdón por ambas partes buscando el bienestar de los hijos.
Lo más difícil es llevar una buena relación con la familia actual, porque mi exmarido adoptó a los hijos de la señora como suyos con el apellido, además de que se convivió tanto a nivel de hijos como primera esposa y la actual.
Mi familia no era muy comprensiva, quería que le pidiera más dinero y mi padre Q.E.P.D. hablaba mal de él enfrente de mis hijos.
Como se puede ver no fue “miel sobre hojuelas” sin embargo, imperó la razón y al final mis padres comprendieron la situación viéndome como bicha rara, pero ya para las bar mitzvot estuvo presente igual que sus hijos de la segunda esposa y desde entonces duró esta amistad tanto que mi mamá Q.E.P.D. estuvo en el bris del primer nieto de la hija de su segunda esposa, y tanto mi hijo grande, mi mamá y yo estuvimos en la primera shive de cuando él falleció así como en el entierro.
Quizás dirían que es un caso para un psicólogo, pero cuando se acaba de pasar jun cáncer totalmente curada donde los rencores y odios deben ser manejados para no recaer, resulta una lección maravillosa.
Yo practico todos los días la terapia del perdón: Lo siento, perdóname, te amo y gracias, ésta es la terapia de la sanación.
Realmente fueron seis horas de convivencia con un respeto absoluto de ambas, creo que él hubiera encontró una mujer como ella que lo llenó en los aspectos sexuales, en hacerle compañía y darle su lugar además de una magnífica ama de casa.
Por mi lado una pésima ama de casa, no muy buena como amante pero que siempre me interesé en estudiar, mejorar, trabajar hasta jubilarme y aún ahora dedicada a la locución por internet, periodista además de cronista teatral, siempre activa porque pienso que no hay mejor edad que los sesenta en adelante por contar con más tiempo en muchas ocasiones, sin embargo encontró a una mujer que cubrió sus necesidades y yo con un amigo mientras vivió.
Se siente muy bien hablar de una misma persona desde dos puntos de vista, si algo le reconozco es que siempre apreció mis habilidades, fue un muy buen padres, amigo y ser humano.
Yo siempre le respeté por su inteligencia, por ocuparse de dos familias y porque además fue muy buen hijo.
Será un deleite volvernos a juntar, ella ortodoxa con un amor a D..s increíble, yo una judía práctica con la enseñanza de “no hacerle a los demás lo que no quiero que me hagan.”
Ella una abuela muy feliz con sus hijos y nietos y yo con mi vida incluyendo un perro y dos cuyos.
Al fin y al cabo “los polos opuestos se atraen”, quien dijo que no se puede estar sana después de la enfermedad, todo lo demás es posible, porque está en la mente.
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