Hace algunos años El Palacio de Hierro lanzo un slogan de publicidad muy exitoso:
“Porque un psicoanalista nunca entenderá el poder curativo de un vestido nuevo”.
Aun yo, fiel creyente del psicoanálisis acepto que puede ser cierto, pero ¿por cuánto tiempo un vestido nos puede hacer felices?
¿De que se curan estas mujeres que compran vestidos?
Del dolor…..
Hay diferentes tipos de dolor que puede sentir una persona, hablaremos aqui del dolor mental, también se le puede llamar dolor emocional o dolor psíquico y veremos su relación con la ansiedad por el status y la presión social.
¿Que nos puede causar dolor mental?
El miedo a no ser “exitoso”, no tener la admiración de los demás, lo cuál es sin duda una herida narcisista.
Hay dolor cuándo no obtenemos lo que queremos, ya sea algo material o emocional, como podría ser no tener la pareja que queremos o la vida social que queremos, sentirnos rechazados o sentir que no estamos a la altura de otras personas.
Una fuente de gran dolor es la pérdida de algo o de alguien y también la pérdida de amor y reconocimiento.
El dolor emocional puede tener varios disparadores y puede ser tan intenso que llega a ser insoportable para la persona.
Todo esto sucede en el contexto de una sociedad que nos va indicando cuáles valores son los importantes y nos define por lo que hemos logrado visiblemente.
El dolor mental surge cuando no estamos en armonía con las personas que nos rodean y con nosotros mismos.
Por ejemplo Erika tenia la ilusión de abrir un restaurant y los gastos superaron sus ingresos y tuvo que cerrar.
Ante esto Erika, una persona con dificultad para valorarse y con un constante miedo al rechazo dijo: “no soy una persona capaz y seguramente la gente ya se dio cuenta”, esto provoca dolor emocional profundo.
Miguel quería ganar un concurso de fotografía, tenia años tomando fotos y sus amigos y familia dudaban de que esta profesión le trajera buen dinero.
Miiguel es un hombre con mas herramientas personales y sociales y cuándo quedo lejos del primer lugar dijo: “el proyecto no salió bien, tendré que ver que es lo que no funciono para no volver a equivocarme, lo volveré a intentar hasta que funcione, podría pedir ayuda a alguien que sepa de este tema”.
La mente humana funciona así: evitamos el dolor cuándo no podemos manejarlo o tolerarlo, entonces ¿qué hacemos para protegernos? lo escondemos, lo ignoramos, lo disfrazamos o como me gusta pensarlo, nos aplicamos un poco de anestesia.
En el caso del vestido nuevo, este funciona como la anestesia y cuándo pasa el efecto vuelve el dolor y habrá que hacer otra nueva compra.
Curamos nuestro dolor de una manera artificial y pasajera, para esto utilizamos el dinero, utilizamos a personas por lo que nos pueden dar y no por lo que significan para nosotros.
Otra manera para dormir el dolor por unos momentos son las drogas y el alcohol.
La agresión y la excesiva felicidad nos sirven para ocultar que estamos vulnerables y lastimados.
Todos estos mecanismos contra el dolor disfrazan nuestros sentimientos de impotencia, nos ofrecen una tregua, una falsa reconciliación con la vida pero realmente nada ha cambiado.
¿Se puede evitar el dolor? La respuesta inmediata y sin titubeos es NO
Lo que si podemos es cambiar nuestra manera de ver el dolor y de ver nuestros problemas.
Empecemos por pensar que el dolor nos permite crecer y aprender, termina siendo un aliado en nuestra vida. Pero esto no podremos verlo hasta que logremos no evadirlo y enfrentarlo.
En el ejemplo anterior Miguel el fotógrafo esta enfrentando su dolor y su problema y ¿cuáles son las herramientas que tiene? Tiene más tolerancia a la frustración que Erika.
Miguel entiende que un proyecto que no funciono no lo define como persona, no esta buscando agradar a los otros entonces no tiene tanto miedo a la critica y por ultimo no pretende ser perfecto, se permite tener errores, no tiene tanto miedo a equivocarse pues sabe que la experiencia trae consigo aprendizaje.
Miguel ha aprendido a no estar constantemente comparándose con otros, sabe que un poco de competencia es estimulante, pero hay que concentrarse en uno mismo.
El va disfrutando del paseo que es la vida, si tiene sueños y lucha por ellos, pero no vive con miedo a no lograrlos, por eso lo que hace es que se propone metas reales y a corto plazo y esto le va dando seguridad y como ya dijimos aprendizaje.
Miguel tuvo la suerte de darse cuenta de que no todos somos iguales ni tenemos las mismas necesidades ni opiniones, el busca lograr reconocimiento y satisfacción, no solo buen dinero”.
Habría que hacer una consulta con Miguel ¿no?
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