El siglo XXI está lleno de retos, innovaciones tecnológicas, cambios estructurales, cambios laborales y opciones en nuestras formas de vida. En algunas áreas, lo que era valido hace 10 años atrás, tal vez hoy no lo sea. Aquí entra el famoso refrán de adaptarse o morir… o más bien tener mayores posibilidades de sufrir por no ajustarse a las nuevas realidades.
Uno de estos grandes cambios tecnológicos que estamos experienciando es la conjugación en el área de psicología con los instrumentos tecnológicos que nos permiten entender nuestro propio cerebro. Esto ha creado lo que se conoce como terapia del cerebro. Con los nuevos aparatos que nos permiten rastrear las áreas del cerebro que están siendo utilizadas en distintas circunstancias, comenzamos a entender un poco mas como pensamos, sentimos, nos comunicamos, nos relacionamos, entre otras cosas.
Aunque apenas estamos en los primeros pasos de esta extraordinaria posibilidad de auto entendernos, el futuro es muy prometedor y aun con muchas zonas inciertas. A veces se me viene a la mente pensar que nuestro cerebro es tan complejo, como el propio universo, en el cual estamos dando los primeros pasos para descubrir esta enorme e incierta realidad. Pero ya estamos en el siglo XXI y la era de los que vimos en la televisión a los supersónicos, esta cada vez más cerca.
Regresando al título de este articulo, como cuidarnos en tiempos modernos, la terapia del cerebro tiene una primera propuesta que lo ha descrito a través a de un acrónimo en ingles llamado SEEDS, que son semillas en ingles. Este acrónimo incluye, soporte social, ejercicio, educación que se refiere básicamente a la auto educación, que es ¿Qué necesito ahora en mi vida?, dieta, y el últimos es dormir (sleeping).
El ser humano es por naturaleza social, y necesita del otro en su vida, lo que propone la terapia del cerebro es que evaluemos como nos sentimos con nuestro soporte social incluyendo con nuestra pareja si tenemos, familia, amigos , grupos , y que genuinamente veamos cómo estamos en esta zona. En caso que no estemos satisfechos con esta parte en nuestra vida, ¿que necesitamos para cambiarlo?, incluyendo lo que cada uno está haciendo para conectarse o no con la gente significativa en su vida. Es importante entender que el ser humano maduro es responsable de su vida.
El segundo elemento es el ejercicio, actualmente la mayoría de los trabajos son bastante sedentarios, y eso no nos ayuda. Nuestros ancestros que vivían en las cavernas caminaban alrededor de 7 a 10 kilómetros por día, por necesidad tal vez, pero final de cuentas esa es nuestra herencia, y esa es una necesidad de nuestro cuerpo. Además esta comprobado científicamente que al hacer ejercicio nuestro cerebro produce neurotransmisores para decrecer la ansiedad y depresión, sin efectos secundarios que algunos antidepresivos o anti ansiolíticos pueden traer.
El tercer segmento es tal vez el más profundo, es el que nos pueda dar una guía y a través de la introspección reconocer que es lo que necesitamos en esta etapa de nuestra vida. Necesidades y realidades cambian constantemente, y lo más seguro que lo que necesitaba 10 años atrás ha cambiado profundamente. La perspectiva de la vida cambia con respecto a las distintas etapas que vamos recorriendo, al igual que nuestros alrededores se modifican, y nuestros lazos con hijos, hermanos, amigos pueden ir variando. En pocas palabras necesitamos cuestionarnos ¿Qué son las cosas más importantes ahora en mi vida que necesito invertirle energía y propósito?
Muchos nutriólogos dicen que lo que ingerimos, somos, y algo de verdad hay en esta frase. Ahora que entramos a la época de contar las calorías, entender los distintos recursos alimenticios que nuestro cuerpo necesita para tener buena energía y estar saludable, llego el momento de identificar que necesita nuestro cuerpo ingerir para estar sano. Sin entrar en los detalles particulares, hay que tomar todas las variables que incluyen nuestra edad, peso, ejercicio, condición física, estilo de vida, sexo, salud, entre otros para saber cuáles son los mejores alimentos y cantidades que nuestro cuerpo necesita.
Por último, pero con la misma importancia que las otras áreas, y tal vez en unos casos con mayor peso, es el dormir. El dormir bien no solamente hace recargar nuestra energía, pero también está relacionado con la salud, la memoria, y otros importantes elementos de la vida. En Estados Unidos existen 60,000 personas que tienen 100 años o más, el 50 por ciento de estos son totalmente independientes, todos estos tienen una cosa en común , duermen entre 7 y 9 horas ; esto no es mero coincidencia.
Pero no solamente hablamos de la cantidad de horas dormidas, sino la calidad de horas que uno duerme. Hay cinco etapas en el dormir, en las primeras dos aun nuestros signos vitales están trabajando fuertemente. Si nos quedamos esencialmente en estas etapas, nos levantaremos cansados, porque nuestro cerebro no pudo descansar. Si entramos en la tercera y cuarta etapa, nuestros signos vitales decrecen, nuestro cerebro baja su ritmo, recrea células, y el hipocampo procesa la información aprendida en el día, y lo que decide que es importante lo manda a almacenar para que lo podamos usar cuando sea necesario. La quinta etapa es el famoso REM, que es el sueno más profundo. Es esencial que pasemos durmiendo en un buen porcentaje en las etapas profundas, para recargar.
Para concluir, la manera que nos podemos cuidar en tiempos modernos es hacer una revisión profunda en cada una de estas áreas, y lo que estamos haciendo bien, hacerlo más, y los que no, re direccionar nuestra energía y énfasis.
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