Por: Mariana Simón Ruede
Este mes hablaremos de algo que afecta a muchas personas pero que es muy difícil de ver y detectar, la bulimia. Imagínate tener una relación con la comida que te hace sentir atrapado en un ciclo constante de comer, sentirte culpable para después deshacerse de esa comida con conductas compensatorias. Eso es la bulimia, y es mucho más que un problema simple con la comida.
La bulimia puede hacer que una persona se sienta muy sola. A veces, quienes la padecen comen grandes cantidades de comida en poco tiempo, a eso se le conoce como atracón; y luego hacen cosas como vomitar o usar laxantes para evitar ganar peso, a eso se le conoce como conducta compensatoria. Esto puede llevar a sentimientos de vergüenza y culpa, que solo empeora la situación. Además la preocupación es constante por el peso y la figura puede dominar los pensamientos.
Nos podemos preguntar, ¿Cómo podemos reconocer si alguien cercano puede tener bulimia? Las señales no siempre son obvias, pero hay cosas a las que podemos estar atentos. Un ejemplo puede ser fluctuaciones en el peso que sean evidentes e inexplicables, dientes dañados por el ácido del vómito, y un interés excesivo en el peso y la comida. La persona puede ir al baño justo después de las comidas o tener escondites para gustar algunos alimentos.
La bulimia no solo afecta emocionalmente, también tiene graves consecuencias físicas. Puede llevar a problemas como deshidratación, desequilibrios en los electrolitos, entre otros. Este desequilibrio electrolítico puede ser causado por las purgas y tener consecuencias graves. Los que son más afectados son, potasio que puede causar arritmias cardiacas y debilidad muscular. Sodio que pueden causar problemas neurológicos como confusión o convulsiones. Calcio que puede causar problemas óseos y musculares. A nivel emocional, puede causar ansiedad, depresión y baja autoestima.
La buena noticia es que la bulimia es tratable. El tratamiento suele incluir terapia para abordar los aspectos emocionales y conductas del trastorno, y apoyo nutricional para establecer una relación saludable con la comida. Es muy importante decir que si necesitamos ayuda acudir a un profesional de la salud es lo principal. Un diagnóstico temprano nos puede ayudar a reducir la posibilidad de que las consecuencias sean graves y permanentes.
Si conoces a alguien que puede estar pasando por una situación similar, tu apoyo es crucial. Escuchar sin juzgar y ofrecer apoyo puede ser una gran diferencia. La paciencia y la comprensión son esenciales en el camino hacia la recuperación.
Recuerden que buscar ayuda es un signo de valentía y no de debilidad. La recuperación es posible, y la salud y el bienestar son lo más importante. Si tú o alguien que conoces necesita ayuda, no duden en ponerse en contacto con un profesional de la salud que los pueda guiar y dar información. Juntos podemos hacer una gran diferencia para que nos sintamos más seguros a la hora de pedir ayuda.
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