La historia en el béisbol de las Grandes Ligas es tan rica que nos ha sorprendido con una innumerable cantidad de récords que parecen muy difíciles de romper, pero hay otros que lucen simplemente inquebrantables.
Tal es el caso de Connie Mack, el manager con más partidos dirigidos en la Gran Carpa con un total de 7,775.
El oriundo de Massachusetts comenzó a dirigir en 1884 con los Piratas de Pittsburgh, convirtiéndose en jugador y entrenador al mismo tiempo durante tres campañas seguidas.
Fue hasta 1901 cuando Cornelius Alexander McGillicuddy llegó para pilotear a los Atléticos de Philadelphia durante las primeras 50 campañas de la franquicia de manera ininterrumpida.
En más de medio siglo como timonel logró otras dos marcas que parecen inalcanzables, la de más victorias con 3,731 y la de más derrotas con 3,948.
Más de 700 entrenadores han desfilado por la MLB pero ninguno de ellos se acerca si quiera a la longevidad que tuvo Connie Mack, quien de 1894 a 1950 obtuvo nueve banderines en la Liga Americana y cinco Series Mundiales a pesar de contar con grandes figuras.
Además llegó a ser dueño de los Atléticos y fue inducido al Salón de la Fama por el Comité de veteranos en 1937.
En el segundo lugar de la lista y muy lejos de los números de Mack, tenemos a Tony La Russa con 5,097 duelos presenciados desde el dougot.
Luego de una carrera plagada de lesiones en donde participó también en Ligas Menores, La Russa comenzó piloteando apenas a sus 34 años de edad a los Medias Blancas de Chicago, pero no le fue muy bien y en 1986 pasó con los Atléticos de Oakland donde ganó una Serie Mundial.
Una década después voló hacia ST. Louis para hacerse cargo de los Cardenales, franquicia con la que tuvo sus mejores años alzándose con dos clásicos de otoño.
Además de poseer un título de abogado, La Russa será recordado por apegarse de lleno al análisis estadístico y por no colocar a los lanzadores en el noveno orden al bate.
El tercer manager con más partidos disputados es nada menos que John McGraw, considerado el mejor de todos los tiempos.
El Pequeño Napoleón como era apodado, comenzó con los Orioles de Baltimore y posteriormente pasó a los Gigantes de Nueva York donde permaneció por más de tres décadas.
McGraw dirigió 4,769 duelos obteniendo un alto porcentaje de victorias con el.586% basando siempre su estrategia en el small-ball o pelota pequeña favoreciendo principalmente el hit-and-run y el toque de sacrificio.
Obtuvo diez títulos del viejo circuito y tres Series Mundiales incluyendo un bicampeonato, aunque también es recordado por su fuerte personalidad ya que sólo un timonel fue expulsado más veces del diamante: se trata de Bobby Cox quien curiosamente le sigue en el ranking de entrenadores con más juegos.
Robert Joseph “Bobby” Cox estuvo al cargo de los Bravos de Atlanta en dos periodos, el segundo duró 20 campañas y allí consiguió el tercer y último campeonato de la franquicia en 1995.
Bucky Harris, Joe Torre y Sparky Anderson complementan los únicos siete entrenadores que superaron la barrera de los 4 mil juegos.
Mención especial merece Joe McCarthy que en 3,487 partidos logró la mayor efectividad de triunfos con.615%, pese a que algunos lo acusan de ser un entrenador aprieta botones ya que contaba con peloteros de la calidad de Lou Gehrig o Joe DiMaggio, sin embargo sus siete anillos con los Bombarderos del Bronx suponen que McCarthy sabía perfectamente qué botones apretar.
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