Uno de tantos miércoles, un caballero con varios miembros de su familia, llegó a comer al Restaurante del Centro Social Israelita de Tijuana. Su vestimenta lo declaraba un señor religioso. La razón de su venida a Tijuana era que uno de los miembros de su familia requería de la Medicina Alternativa que se provee en Tijuana.
Como ya se ha mencionado anteriormente, los miércoles, se alternan ya sea un señor que toca la marimba con otro señor que toca el piano; ambos de un nivel estrictamente profesional. En su repertorio incluyen música popular tanto Mexicana como Americana en un ambiente netament Judío.
Conversando con el caballero, nos informó que venía de Nueva York y era el dueño de la funeraria Judía en Brooklyn, la màs grande de Nueva York.
El señor, su esposa y el resto de la familia se sentaron a disfrutar de las deliciosas y variadas ensaladas que se les ofrecen los miércoles, además del resto de los platillos.
Uno de los miembros de la Mesa Directiva del Centro Social se acercó a la señora, esposa del caballero, y le preguntó si no quería ir a ver la Mikveh que se estaba construyendo. Su respuesta fuè afirmativa y se le enseñó dicha Mikveh.
Un poco después, su esposo, conversando con los miembros de la Mesa Directiva del Centro Social allí presentes les preguntó que si estarían interesados en conocer a dos Rabinos cuya especialidad era la construcción de Mikvaot en todo el mundo y que residían en Nueva York. Por supuesto, que le contestamos que estaríamos interesadísimos.
Sorpresivamente, se ofreció a pagar los gastos y estancia de venida de los mismos. No se dijo nada màs, y al terminar sus alimentos, la familia salió del Centro Social Israelita.
Esto fuê un regalo bienvenido e inesperado.
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