Cosa de todos los días

Por:
- - Visto 867 veces

Leo con atención un reportaje a una mujer iraní de treinta y cinco años que ha encontrado refugio en España y cuyo rostro, en la fotografía, aparece medio comido por el ácido que le arrojó un pretendiente rechazado. Sucedió cuando estudiaba y su vida era prometedora. No hizo nada malo, únicamente afirmó su derecho a defender la libertad de educarse y consolidar un destino independiente. El candidato y agresor, viendo que no lograría nada por sus propios medios, envió a su madre con una propuesta matrimonial que fue, otra vez, rechazada. La gota colmó el vaso y el hombre, despechado, le dijo que si no era suya arruinaría su vida para siempre. Lamentable, tristemente así fue. Le arrojó ácido a la cara y la mujer pasó mil y un calvarios hasta que, llegada a España para operarse el único ojo que le queda, decidió afincarse en el país.

Confiesa que, después de haber llevado a su agresor a juicio y hallándose en disposición de ejercer la ley del Talión, el criterio bíblico de ´´ojo por ojo y diente por diente´´, prefirió no hacerlo, lo que por desgracia sentó un mal precedente: el criminal que la atacó sigue libre y más casos como el suyo se producen en Irán y, hay que decirlo, también en la India, normalmente entre gentes del Islam. Lo curioso, lo notable, lo asombroso, lo absurdo, es que en la nota la mujer acaba diciendo que es musulmana sin relacionar ni por un momento su desgracia con esa cultura. No hay, en el reportaje, la menor reflexión sobre las condiciones sociales y políticas que conducen a ese desprecio, a ese odio, a esa necedad, a ese crimen espantoso. No esboza una simple y contundente crítica al régimen que alberga la ponzoña de esa actitud machista. Ante lo cual uno se pregunta si es debido al miedo de que el brazo largo de los iraníes la alcance en suelo ibérico, o al hecho de que-a diferencia de otras mujeres luchadoras de su país-, la pobre chica del rostro comido por el ácido no cree necesario generalizar y se mantiene dentro de los límites de su desgracia individual.


La impresión que se recibe tras leer el reportaje es que en un país altamente represor en el plano físico y moral, la violencia hacia la mujer es peor que en una sociedad libre y democrática como la occidental. Cierto es que entre nosotros hay ataques, asesinatos de esposas o amantes llevados a cabo por hombres víctimas del desprecio o el despecho, pero el porcentaje es ínfimo y las mujeres pueden ejercer todas las profesiones, estudiar, irse de su casa, decir que no a candidatos indeseables o vivir sus vidas sin que, por eso, el colectivo masculino en su totalidad las amenace. En Irán parece que todos los hombres están contra todas las mujeres así como el país está contra todos los que no piensen como él. En Irán se cuecen las cosas con el fuego lento pero constante del odio. Lo acabará pagando caro y, si acaso, en un futuro no muy lejano, el daño discriminatorio puede repararse, poco a poco serán las mismas mujeres las que lleven el país por el camino de la salud y la conciliación. Eso lo deseamos todos, incluso los que no sentimos ninguna simpatía por los actuales gobernantes persas, esos déspotas de tres por cuatro.

Acerca de Mario Satz

Poeta, narrador, ensayista y traductor, nació en Coronel Pringles, Buenos Aires, en el seno de una familia de origen hebreo. En 1970 se trasladó a Jerusalén para estudiar Cábala y en 1978 se estableció en Barcelona, donde se licenció en Filología Hispánica. Hoy combina la realización de seminarios sobre Cábala con su profesión de escritor.Incansable viajero, ha recorrido Estados Unidos, buena parte de Sudamérica, Europa e Israel.Publicó su primer libro de poemas, Los cuatro elementos, en la década de los sesenta, obra a la que siguieron Las frutas (1970), Los peces, los pájaros, las flores (1975), Canon de polen (1976) y Sámaras (1981).En 1976 inició la publicación de Planetarium, serie de novelas que por el momento consta de cinco volúmenes: Sol, Luna, Tierra, Marte y Mercurio, intento de obra cosmológica que, a la manera de La divina comedia, capture el espíritu de nuestra época en un vasto friso poético.Sus ensayos más conocidos son El arte de la naturaleza, Umbría lumbre y El ábaco de las especies. Su último libro, Azahar, es una novela-ensayo acerca de la Granada del siglo XIV.Escritor especializado en temas de medio ambiente, ecología y antropología cultural, ofrece artículos en español para revistas y periódicos en España, Sudamérica y América del Norte.Colaborador de DiarioJudio, Integral, Cuerpomente, Más allá y El faro de Vigo, busca ampliar su red de trabajos profesionales. Autor de una veintena de libros e interesado en kábala y religiones comparadas.