JORGE VILLEGAS HERNÁNDEZ “eltiojorge.com”
Fotografías: WARNER
La vida es muy caprichosa y compleja en cuanto a retos se refiere.
Éstos van evolucionando, transformándose, cambiándose y adaptándose conforme pasa el tiempo.
No obstante, hay recuerdos que quedan sobre grandes logros, o grandes fracasos también.
Recuerdos que pudieron dejar una profunda huella, o hasta una cicatriz.
Lo peor es que esto se va acrecentando conforme pasa el tiempo, y siempre tienen un pendiente que pica como una pulga que nunca muere.
Han transcurrido alrededor de 30 años, desde aquella contundente victoria de Rocky sobre Drago. Victoria que nadie creía que pudiera darse, y había sido precedida por la muerte de su mejor amigo Apollo Creed. Un algo muy doloroso que sucedió sobre el ring, a manos del propio Drago.
Todo mundo recuerda esta apoteótica pelea que encumbró todavía más a Rocky Balboa; y que enterró en el desprecio y el olvido al boxeador ucraniano.
Todo mundo lo recuerda, es cierto. Pero más que nadie, ellos dos.
Drago es la imagen viva del fracaso; y Rocky guarda muy dentro de él la muerte de su mejor amigo, a quien piensa que pudo haber salvado, en caso de haber intervenido antes de que se diera el trágico suceso, que costó la vida a Apollo.
Hay dos participantes más, que no se me había olvidado mencionar; pero que no eran precisamente los principales actores de esta trama: Los hijos de de Apollo Creed y de Iván Drago.
Hay cuentas muy graves y costosas que ajustar. Y tocará a estos dos jóvenes concluir lo que dio inicio tres décadas antes.
¡Ya llegó “CREED II”!
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