Criticando Israel

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En el 2009 el periodista y escritor estadounidense Thomas Friedman describió los “tres grandes luchas” que se han venido desarrollando desde 1948:

1) ¿Quién va a ser el super-poder regional Egipto? Arabia Saudita? Irán?

2) ¿Debe haber un estado judío en el Medio Oriente y, en caso afirmativo, en qué terminos palestinos? Y


3) ¿Quiénes va a dominar las sociedades árabes? ¿Los islamistas que son intolerantes de otras religiones y quieren ahogar la modernidad o los modernistas que quieren abrazar el futuro con una cara de árabe-musulmána? ”

Arabia Saudita e Irán están envueltos en todo el Medio Oriente en una serie de guerras de poder con el fin de socavarse mutuamente.

En el Líbano, es Hezbollah respaldado por Irán. En Siria, es el régimen de Assad, respaldado por Irán desde hace mucho tiempo.

48 grupos de milicias apoyadas por Irán están operando en Irak, destrozando el tejido social de ese país.

En Barein y la Provincia Oriental de Arabia Saudita, Irán trabaja entre bastidores para socavar esos gobiernos a través de las comunidades chiítas, una amenaza que Arabia Saudita toma tan en serio que ha enviado fuerzas militares a Barein en el 2011 para ayudar a sofocar el levantamiento chiíta allí.

Los rebeldes Houthis, una minoría chií en el norte de Yemen, acaban de derrocar el gobierno central de ese país. Los saudíes no pueden permitir allí una inestabilidad que permita a Irán encontrar un punto de apoyo sólido o que Al-Qaeda en la Península Arábiga disponga de libre circulación hacia el norte. Por esas razones, los saudíes han encabezado una coalición de nueve estados árabes, que han estado realizando ataques aéreos contra los Houthis y Al-Qaeda en Yemen.

Según la Organización Mundial de la Salud, al 21 de abril del 2015 por lo menos 944 personas murieron y 3.487 fueron heridas en Yemen. Asimismo, el organismo internacional advirtió sobre el empeoramiento de los servicios de salud y la urgente necesidad de medicamentos que puedan salvar vidas.

El año pasado más de 300 agentes de seguridad murieron en el noreste de Sinaí en batallas con extremistas vinculados con el Estado Islámico (ISIS). El mes pasado, después de la decapitación por los islamistas de 21 cristianos coptos egipcios en Libia, la fuerza aérea egipcia llevó a cabo ataques contra centros terroristas en Libia. Según Amnistía Internacional, el ejército egipcio no tomó las precauciones necesarias para evitar o minimizar en sus ataques aéreos, daños incidental a civiles.

Desde el año 2011, 3.000 egipcios han muerto en Egipto en manos de egipcios. El presidente Abdel Fattah el-Sisi dijo recientemente: “Estamos tratando de defender los derechos humanos, pero necesitamos que el mundo entienda nuestra situación.”

Suha Ma’ayeh escribe desde Jordania “La antipatía al Reino Hachemita de Jordania está en el ADN de ISIS (Estado Islámico de Irak y Al Sham)”.

Los funcionarios gubernamentales jordanas calculan que hay 2.000 jordanos luchando junto a ISIS y las autoridades temen que estos combatientes podrían fácilmente volver a su país de origen para llevar a cabo ataques. Un triple atentado suicida en Ammán en 2005, mató a 57 personas.
Una encuesta realizada por el Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de Jordania realizado el año pasado estima que el 10% de los 6,5 millones de residentes de Jordania ven a ISIS positivamente.

El 29 de junio del año pasado, ISIS declaró que las tierras que tomó del gobierno de Siria e Irak son ahora parte de un califato. Elevando a Abu Bakr al-Baghdadi, con el título de Comendador de los Creyentes, resucitó una posición de líder de todos los musulmanes la que existió solamente en las primeras décadas del Islam, hace 1.400 años.

La ambición de ISIS es crear un estado islámico no limitado a Irak y Siria. “Al Sham” es un término árabe que, con el tiempo, llegó a significar una zona en el Oriente Medio que abarca Irak y Siria, y también Jordania, Israel, los territorios palestinos y el Líbano.

Los palestinos están bajo el pulgar de regímenes de partido único: los islamistas de Hamas en Gaza y el partido secular Fatah en Cisjordania, ejercen monopolios de poder respaldados por servicios de seguridad que no rinden cuentas de sus acciones. En Siria y el Líbano, Hezbollah la milicia libanesa alineado con Irán, es una importante fuerza palestina disruptiva.

La imágen final es una en la cual el Oriente Medio se enfrenta a la mayor crisis de refugiados en su historia: 13 millónes de personas se han convertido en refugiados.

La cifra combinada, resultante de una década de derramamiento de sangre en Irak y la guerra civil que estalló en Siria en 2011 es muy superior a los 300.000 muertos.

Ningún conflicto desde la Segunda Guerra Mundial ha causado tal daño generalizado al patrimonio cultural del mundo.

En una famosa entrevista de 1991 con el diario Libération el cineasta francés Jean-Luc Godard expresó lo que 59 por ciento de los europeos pensaban sobre Israel “el cáncer en el mapa de Oriente Medio”, “el mayor peligro para la paz mundial.”

Personas con ideas afines, que piensan que la crisis en el Medio Oriente es el resultado de una agresión israelí, harian mejor echando otro vistazo a la tarjeta de puntuación anterior, así como a las muchas otras que en el pasado consistentemente muestran la misma imagen.

El Islam ha dividido tradicionalmente al mundo en “nosotros” y “ellos”, los verdaderos creyentes (Dar al Islam, la “casa del Islam”) y los infieles (Dar al Harb, la “casa de la guerra,” los que deberían o podrían se puestos a la espada). Según lo explicó el historiador israelí Benny Morris, “el principio de igualdad- entre creyente y no creyente como entre el hombre y mujer- es ajeno al Islam, y el mundo islámico, normalmente en conflicto con Dar al Harb en una u otra región, ha exhibido tradicionalmente una profunda xenofobia “.

En lo político, la “rebelión” de los judíos ha sido un golpe tremendo para la conciencia política árabe, escribe la escritora egipcio-británica Gisèle Orebi. El establecimiento de Israel ha puesto en tela de juicio la legitimidad de la soberanía árabe sobre territorios conquistados por la Yihad y amenaza con socavar los cimientos de la ideología nacionalista árabe. ”

Pero, no es sólamente el mundo árabe el que se opone al derecho del pueblo judío a tener una posición igual a la de otra naciones del mundo.

En los últimos años Israel incansablemente ha sido llamado, por gente e instituciones que mayormente permanecen silenciosas en un mundo plagado de s estados religiosos violento con políticas etnocéntricas crueles y asesinas: ‘nazi’, ‘racista’, ‘apartheid’, ‘limpieza étnica’, ‘ocupador ‘,’ criminal de guerra ‘, ’violador del derecho internacional ‘,’usuario de fuerza desproporcional “, ‘lastre.’ Ningún otro estado en el mundo es referido con esos términos.

Los judíos, quienes sufrieron directamente lo peor del siglo XX, explica el escritor Benjamin Balint, llegaron a la conclusión de que si hubieran poseído un estado con el cual defenderse, no hubieran sido arrojados a la benevolencia de otras naciones, el Holocausto entonces no habría causado tantos estragos destructivos. Los judíos comprendieron que los supuestamente universales derechos humanos tienen sentido solo cuando están enraizados en un estado que logra imponerlos, que ofrece la pertenencia nacional no sólo de supervivencia física, sino también de regeneración cultural.

Es cierto que el precio de la supervivencia milenaria del pueblo judío ha sido alto.

Como famosamente lo dijera Golda Meir en una conferencia de 1969 Londres:

“Cuando llegue la paz, quizás con el tiempo, seremos capaces de perdonar a los árabes por matar a nuestros hijos, pero para nosotros será más difícil perdonarlos por habernos obligado matar a sus hijos.”

Antes también había dicho: “La paz llegará cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian”.

Hay quienes consideran- señala el autor israelí Manfred Gerstenfeld-, que, pase lo que pase, la conclusión del judío debe ser que los judíos siempre tienen que ser humanistas, progresistas y amantes de la paz. Sin decirlo explícitamente, lo que transmiten es que en los conflictos los judíos son solamente aceptables como víctimas. Esto refleja una mentalidad perversa: la víctima y no el autor deberían ser quien saca las conclusiones del Holocausto. Para escapar a ser identificados como “judío violentos”, los judíos tienen que denunciar explícitamente los actos del gobierno israelí y desvincularse de ellos. Deben identificarse con el sufrimiento de los palestinos a la vez que minimizar o justificar sus atroces crímenes, incluyendo su llamamiento, durante décadas, al genocidio.

La profesora de Literatura Comparada en la Universidad de Harvard, Ruth R. Wisse comenta que

“Todavía hay muchas personas que quieren creer que todos los problemas humanos son susceptibles de soluciones razonadas, que todos los pueblos están unidos en el espíritu de hermandad, que la historia es un registro del progreso. Los verdaderos creyentes entre ellos excluyen la posibilidad de odio y agresión premeditada “.

Como sostiene la periodista y escritora italiana Fiamma Nirenstein, Israel, contrariamente a lo expuesto por la comúnmente aceptada penetradora propaganda, es un modelo positivo, un caso de estudio para cualquier persona viviendo en una sociedad democrática que eventualmente debe enfrentar una guerra defensiva, una que abarca todo el universo de la democracia occidental de hoy. ”

Israel ha dado grandes novelistas, grandes cineastas, grandes científicos, grandes periodistas disidentes. Como testimonio de la contribución de Israel al mundo entre 1966 y 2013, 12 ciudadanos israelíes han sido honrados con el Premio Nobel por sus contribuciones en Química, Economía, Literatura y Paz. Esto, comparado con el 4 en Egipto; 1 en Irán; 1 en Turquía; y ninguno en el Líbano, Arabia Saudita y Siria.

A través de los años, 6 personas han sido reconocidos por el Premio Nobel por su contribución al mundo de la fuente de 1,4 millones de musulmanes, que representan el 20% de la población mundial (2 de cada 10 personas). Estos reconocimientos han sido en el campo de la paz, la química y la física.

Por otra parte, durante el mismo período, 165 judíos de un grupo total de 12 millones de judíos, lo que representa el 0,2% de la población mundial (2 de cada 1.000 personas), han sido reconocidos por su contribución al mundo de la literatura, de la paz , la química, la medicina, la física y la economía.

Israel ha proporcionado el único lugar en el Medio Oriente, donde los gays no son acosados y ahorcados, y donde las mujeres pueden lograr la igualdad. Los israelíes, por lo general reconocen, y su sociedad delibera constantemente sobre el hecho de que a pesar de su trato de las minorías es decente, no es lo suficientemente bueno.

Y, aunque puede ser teóricamente discutible que los Estados-nación son anacrónicos, siempre y cuando el mundo este dividido en estados, la existencia de Israel tiene la misma justificación moral que la que tiene cualquier otro estado.

En un momento en que el antiguo conflicto que lleva más de mil años entre sunitas musulmanes y chiítas musulmanes está alcanzado un nuevo clímax Haciendo caso omiso de los valores humanos, la existencia de Israel es, contrariamente a lo que sostienen los detractores cegados por imágenes anacrónicos del mundo, una fuente de esperanza para el futuro de la humanidad.

1 comentario en «Criticando Israel»
  1. Porque hay que relacionar ?
    En un momento en que el antiguo conflicto que lleva más de mil años entre sunitas musulmanes y chiítas musulmanes está alcanzado un nuevo clímax Haciendo caso omiso de los valores humanos, la existencia de Israel es, contrariamente a lo que sostienen los detractores cegados por imágenes anacrónicos del mundo, una fuente de esperanza para el futuro de la humanidad.

    Pareceria que el autor busca justificativos para la existencia de Israel. Ante la maldad musulmana vote por Israel. Para mi no es así, la existencia de Israel es indiscutible, en cambio es discutible el derecho del dominio que tiene Israel sobre los palestinos gracias a los asentamientos en Cisjordania

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