Un diminuto país con una situación geográfica y política complicada y un clima difícil. Calores extremos y lluvias torrenciales que provocan inundaciones; un país donde es difícil lograr el equilibrio climático. Un desierto donde Ben Gurión soñó con agua y lograron volverlo fértil.
Florecitas por todo lado adornando las calles; en cada esquina un colegio y un parque. Se piensa en educación, pero también en recreación.
Carreteras excelentes para recorrer este pequeño gran país.
Buen sistema de transporte público; a veces falla, pero en general funciona bien.
Rodeado de vecinos que no sólo no nos quieren, sino que quieren sacarnos de este territorio, ni siquiera para apropiarse de la tierra, sólo por ese odio infundado que los mueve a matar judíos y a querer acabar con nuestro pueblo. Y son tan afortunados, que reciben el aplauso de una gran parte del mundo (olam) que decidió que ellos son los buenos y en vez de un orden mundial, ahora hay un desorden mundial, un caos total.
Un país donde el riego por goteo es una de las grandes cosas que se extienden a lo largo de todo el territorio. Donde se aprovecha hasta el último milímetro de agua salada para desalinizar y convertirla en agua (maim) potable. Al igual sucede con la tierra para sembrar y producir hortalizas y frutas de excelente calidad. Parte de esta tecnología se exporta a otros países. Son pioneros en agricultura (jaklaut).
Como no querer y admirar este país tan odiado por tantos ignorantes que no saben que esta tierra pertenece al pueblo judío desde hace más de 3.000 años. No es un invento de hace poco, como si sucede con los que dicen que es de los palestinos. No hay una historia que lo corrobore.
Es un país de aromas diversos. Han logrado cosechar frutas que aquí no se daban y podemos deleitarnos con muchos sabores exóticos.
Hay ciudades modernas, pero en las más antiguas, se respira historia en sus calles y en algunos callejones, así como las ruinas que hoy hacen parte del patrimonio histórico.
Hay tecnología de punta en todos los sectores de la sociedad.
Confluye lo antiguo con el modernismo que exige la época.
Esto es Israel. Un país que recibe todo el tiempo (zman) inmigrantes de muchas partes, brindándole una acogedora bienvenida y apoyándolos en su primera etapa de vida en el país.
Hay un sistema médico que cubre las necesidades de salud de los habitantes. De pronto por la variedad de gente que llega y hay que cubrir la salud de muchos, o por la falta de profesionales en medicina, las consultas y autorizaciones son muy demoradas. Es la piedra en el zapato del sistema de salud. Si no es un caso grave de consulta , se espera con paciencia, la misma sablanut que se requiere para todo, pero si se trata de algo urgente le dan prioridad. Hay médicos, entre ellos mi esposo, que quieren trabajar y hasta que logran obtener su licencia se demoran mucho. Las exigencias son altas y deberían aprovechar para acelerarles el proceso y que puedan trabajar, porque faltan muchos médicos. Eso es respecto al servicio médico, pero en investigación son pioneros. Es un país que está a la vanguardia en procesos médicos y en inventos para mejorar la calidad de vida de los pacientes, enfrentando muchas enfermedades.
El turismo, que ha estado muy afectado por la guerra (miljamá), es un rubro muy importante para la economía. Es un país que tiene mucho que mostrar. Desde cascadas y ríos cristalinos, hasta playas hermosas, incluyendo el Mar Muerto, que es una de las maravillas de este país; un mar donde la persona no se hunde y ojalá no le caiga una gota de agua en los ojos porque el ardor es diez veces más que en un mar salado normal. Hay mucho para ver y mucha historia por recorrer. Eso es Israel.
Cuando ocurre una tragedia a nivel mundial, está Israel apoyando con sus vastos conocimientos en rescate y en operaciones de alto riesgo.
Un pequeño país que tiene uno de los sistemas de defensa más poderosos del mundo y el ejército más humanitario, para aminorar la cantidad de víctimas civiles, donde suenan las alarmas para anunciar que hay peligro y que hay que resguardarse en el refugio (mamad). Nos tocó por primera vez entrar a un refugio colectivo porque la conferencia que estábamos escuchando se interrumpió por ese sonido intermitente y agudo que emite la sirena y ver a la gente sonreír cuando pasan los 10 minutos reglamentarios que significa que pasó el peligro de ese misil y se puede volver a escuchar la conferencia. Eso es Isrrael. Un país donde la resiliencia vence todo.
La energía que se siente al caminar por los callejones de la ciudad vieja de Jerusalem o por las calles empedradas de Jaffa (Yafo) es indescriptible, así como la alegría y la buena energía que se respira en TelAviv y en infinidad de pueblitos donde suena la música en las plazas y bares donde acuden los turistas (tsaiarim).
En cada lugar que se visita hay una historia, un buen sitio donde comer y tomarse un buen vino (iain) para brindar por la paz tan anhelada por estos lugares. Shalom!!!!
Que hermosa la descripción de un país bendecido como es Israel .
Amamos a Israel . Jhave proteja y bendiga a Israel