¿Cuándo dejaron de secarse mis ríos,
y a desaparecer las olas de mis mares?
Lentamente se cayeron
las hojas de mis arboles, y yo,
atónita me quede en la vida.
Paralizada a causa de tu huida,
el dolor desnudó mi cuerpo
Y la soledad trató de cubrirlo
pero al no lograrlo
resignada se sentó a mi lado
y hoy juntas esperamos
que la briza nos devuelva
las olas, las hojas y los ríos…
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