Con el desencanto y la angustia de la I Guerra Mundial, quienes no querían ser parte de la contienda se refugiaron en Suiza, muchos eran o querían ser artistas o literarios, entre ellos había jóvenes que no querían seguir los cañones y los movimientos establecidos, no querían mirar hacia fuera y ser productores, querían mirar dentro de su ser, retar y vencer las convenciones, burlarse del artista burgués y su arte en la poesía, la pintura, la escultura, la música, la literatura, el teatro.
Los artistas se reunían en el cabaret Voltaire alquilado por Hugo Ball, poeta y pianista anarquista, y allí nació el movimiento del dadaísmo en febrero de 1916 con el primer espectáculo que incluía todas las expresiones artísticas. Tzara entró cantando y repartiendo volantes a los espectadores escandalizados, salió del escenario mientras aparecían otros actores enmascarados y sobre zancos para volver vestido de payaso.
En el primer manifiesto de Dada, Ball escribió que el único propósito del cabaret Voltaire era llamar la atención mas allá de las barreras de guerra y nacionalismo a los pocos espíritus independientes que viven para otros ideales. El segundo objetivo de los artistas allí reunidos era publicar una revista que se llamara Dada Dada.
Ball reclamaba ser el creador del nombre Dada. Pero Janco, afirmaba que fue Tzara, cofundador del movimiento, quien declaró que “Dada tiene significado vacío es una necesidad de independencia, desconfianza de la comunidad. No aceptamos ninguna teoría, basta de academias futuristas y cubistas, laboratorios de ideas formales. Cada uno hace arte a su modo. Después de la destrucción quedamos con la esperanza de una humanidad purificada.”
Con actos de subversión cultural querían limpiar la página filosófica e inaugurar el camino hacia un orden nuevo, fue una actitud, una manera de pensar y producir arte, una forma de vida.
El dadaísmo surgió de la rebelión contra la abulia y desinterés social del arte. En cambio se inclina – en formas que se resisten a la lógica -por lo dudoso, lo fantasioso, la muerte y la negación con materiales inusuales, poemas de pensamientos antes no mezclados con temas de rebeldía y destrucción.
Propugna la desenfrenada libertad, la espontaneidad, lo inmediato actual y aleatorio, lo cómico contra lo intemporal, defiende el caos y la imperfección. La estética dadaísta niega la razón, el sentido de construcción consciente. La poesía está en la acción y las fronteras entre arte y vida deben ser abolidas. Su aporte valioso es el cuestionamiento permanente de que es la poesía, que es el arte. La conciencia de que todo es convención que puede ser cuestionada y que, por tanto, no hay reglas fijas y eternas que legitiminen de manera histórica el arte.
Marcel Duchamp expuso como obras de arte productos comerciales -una rueda, un urinario, etc. a lo que denominó “ready-made”. En poesía abre el campo para la llegada del surrealismo y ayuda a crear un lenguaje poético libre sin límites.
Tzara aconseja como hacer poesía en un poema escrito en 1924:
Coja un pedazo de periódico
Coja unas tijeras
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema
Recorte el artículo
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa
Agítela suavemente
Ahora saque cada recorte uno tras otro
Copie concienzudamente
En el orden que hayan salido de la bolsa
El poema se parecerá a usted
Y es usted un poeta enfáticamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida por el vulgo.
Tristán Tzara fue poeta de vanguardia, ensayista, dramaturgo, director cinematográfico, actor, periodista y crítico de arte y literatura, su nombre original era Samuel Rosenstock, nació en Moinesti, Rumania el 16 de abril de 1896, en su casa se hablaba Yiddish como primer idioma y por las leyes discriminatorias no fue ciudadano de su país natal hasta 1918.
En su adolescencia se interesó por el simbolismo y con su amigo Marcel Janco participó en la edición de la Revista Símbolo. Su primer poema se publicó bajo el nombre que había escogido: Tristán Tzara.
Rumania no combatió en la guerra y la lucha de Tzara fue contra la guerra y el nacionalismo, en 1915 dejo la universidad y se fue a Zurich, tal vez abandonó Rumania como un testimonio político pacifico, dejo de usar el rumano y casi toda su obra está escrita en francés.
En Zurich se reencontró con los hermanos Janco y se sumó a los artistas del Cabaret Voltaire, donde participó en los espectáculos recitando poemas, cantando y actuando.
Su espíritu de vanguardia que implicaba rebeldía, renovación y a veces. Nihilismo encontró campo fértil en el ámbito de Dada.
Antes del fin de la guerra, Tzara asumió la tarea de ser el principal promotor y administrador de Dada, ayudando a establecer sucursales en otros países europeos. Ball se separó del grupo y Tzara pudo convertir los espectáculos Dada en un teatro provocativo, incendiario y divertido.
Muchos jóvenes intelectuales, como Aragon, Breton o Eluard, compartían la ideología de Dada.
En 1916 Tzara empezó a editar y administrar la publicaciones Dada. Sucesora de la revista Voltaiere que ya no se publicaba. Continuaba con su espíritu revolucionario de cambiar el significado de la palabras por el acto poético de la creación, en sus manifiestos exponía que no podrían crear nuevos valores si no destruían lo que existían 1919 se estableció en Paris y en 24 escribió su poema más importante: El Hombre Aproximado.
Combino su perspectiva antifascista con el comunismo, se unió a los republicanos en la Guerra Española y a la resistencia francesa contra el nazismo. En 1945 sirvió bajo el gobierno provisional de la República Francesa en la Asamblea Nacional y dos años más tarde recibió la nacionalidad francesa.
En 1956 visitó Hungría, poco antes de que estallara la revolución, cuando volvió a Francia el Partido Comunista Francés le ordenó que guardara silencio respecto a los eventos en Hungría.
Tzara dejo el Partido y se retiró de la vida pública, se dedicó a promover el arte africano y volvió al lenguaje místico de la Cábala. Según Codrescu en su libro Tzara y Lenin juegan ajedrez.
El 25 de diciembre se recordó el aniversario de la muerte de Tristán Tzara en 1963, fue enterrado en el cementerio de Montparnasse en Paris.
Su amigo de siempre, Marcel Janco, quien contribuyera al dadaísmo con pinturas, grabados, posters y cubiertas de sus publicaciones, veía en el arte africano y primitivo un medio para romper con la tradición europea y para mostrar que arte se podía hacer con cualquier material por corriente que fuera. Janco emigró a Israel en 1940 y fundó la colonia artística de Ein Hod. Allí se estableció el Museo Dada Janco en su honor en 1983 con obras de Janco y otros artistas judíos de los movimientos Dada y Surrealismo.
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