La cantidad de veces que he venido a EE. UU. desde los años 90 han alejado de mí la sensación de traidor que se había desarrollado durante mi infancia y juventud, gracias al Yankees Go Home con el que había crecido y que afectaba mis primeras visitas.
El yankees go home se desarrolló, estimo yo, gracias al comportamiento de los grandes emporios capitalistas e imperialistas que dominan el mundo económico y la facilidad con que se podía comprar a nuestros políticos dirigentes que daban lugar, gracias a las coimas, al aprovechamiento de todo. A través de los años pudimos apreciar que más problemas producían nuestras propias esferas del poder económico y político, que los mismos representantes del imperio. El caso de Odebrecht, empresa brasilera es la mejor prueba. Hablo de nuestras porque considero que el problema es de todo Latinoamérica en mayor o menor escala.
Se me ocurre también que el Yankees Go Home surge de personas que jamás han emigrado y en consecuencia, tampoco conocen al pueblo de EE. UU. y por supuesto, otros pueblos del mundo. La ignorancia impone a veces opiniones o incluso normas de comportamiento muy alejadas de lo que exige la realidad, e incluso el buen comportamiento social.
A lo largo de los años me impresioné que el pueblo de EE. UU. es un pueblo trabajador, patriota y que confía en su país y en si mismo. Es un país democrático. Un presidente dura 4 años en su gobierno y eso es respetado a muerte, salvo los asesinatos y puede ser reelegido una sola vez y nunca más puede volver a ser presidente. Muchos otros funcionarios también son elegidos por el pueblo y no puestos a dedo por el presidente u otra fuerza de poder.
Ya he mencionado en el pasado, antes de Trump, que si EE. UU. decide cerrar las importaciones en menos de una semana tienen todos los productos necesarios de producción nacional. Y el actual presidente tiene manifestaciones de esa índole. Muchos países del mundo y obviamente de Latinoamérica, se perjudicarían si se cierran las importaciones tal como aprecio en mis visitas a Walmart. En agosto del año 2016 mis preguntas a diversas personas del pueblo me llevaron a la conclusión que Trump puede ser el presidente de EE. UU. y personalmente aposté a ese resultado. Ahora mismo, siendo un año que él gobierna y mi público es mas limitado que entonces (visité 5 estados) la conclusión no es clara, pero aparentemente no volverán a votarlo, aunque siempre queda ese gran grupo de americanos que está cansado que el mundo lo abofetee a pesar de su benevolente ayuda, tal como ellos interpretan o ven su realidad. Me concentré en dos preguntas: 1- Si creen que se construirá el muro México EE. UU. y la respuesta es no, 2- Si creen que se construirá la embajada de EE. UU. en Jerusalém y la respuesta es no. La impresión por el momento, es que no ganaría una reelección y yo mismo en una oportunidad manifesté que en su visita al Muro de Los Lamentos, Trump oró para que Dios lo ilumine cuando renunciar. A la fecha no ha cumplido un año como presidente.
Pasear aquí es un placer, rutas amplias y combustible barato. Ayer tanqueamos a 2,19
Ayer visitamos el sitio de los mamuts en Waco. Ni sabía de su existencia, pues para mí Waco se relacionaba a la terrible masacre de Waco del año 1993. Siempre pensé que los elefantes eran descendientes de los mamuts. Son parecidos y no tienen nada que ver. ¡Mientras que los elefantes tienen a la fecha 1,800,000 años, el mamut solo tuvo una existencia de 120 mil años, desapareciendo hace 10 mil años, coincidiendo con cambios climáticos y oh!!! Sorpresa, la aparición del ser humano que aparentemente se ha convertido en el gran depredador.
Es verdad que hay mucha “comida basura” tal como aprendimos los que estamos al sur del Río Grande, pero también hay que reconocer que hamburguesas no es solo McDonald, sino un exquisito plato y he comido aquí excelentes hamburguesas por lo que pago en El Corral de Colombia y he tenido la suerte de comer en excelentes restaurantes que no cuestan mas que algunos restaurantes de Puerto Madero o Palermo en Buenos Aires. Específicamente, en este paseo me refiero a Dallas, una gran ciudad y su área metropolitana es de las más grandes de EE. UU., una economía estable y pujante reduce en mucho las crisis que afectan otros lugares y, por lo tanto, también aquí hay muchos inmigrantes y entre ellos muchos ilegales.
Sin duda alguna, el imparable flujo de inmigrantes hispanoparlantes es una prueba que aquí no es todo malo.
Artículos Relacionados: