Dame alguna prueba de amor

Por:
- - Visto 203 veces

Cuando alguien se equivocó en algo respecto a su prójimo, ya sea a propósito o sin querer, debe ofrecer una disculpa. La función de la disculpa es para liberarse del yugo que tiene por haber cometido un acto que pudo dañar al prójimo, así como para que el prójimo sepa que éste está realmente arrepentido, que se equivocó, que no pensó al momento de hacer lo que hizo.

El acto de otorgar el perdón es un acto de amor, ya que el afectado, al recibir el ofrecimiento de disculpas, está escuchando el dolor del corazón de quien le afectó. También se puede decir que el afectado debe entender que, si es que hay amor entre las partes, es más que lógico que el que dañó no lo hizo de manera consciente. Esto es, no hay dudas que el dañador no está de acuerdo con lo que dijo o hizo, que fue un mal momento, o como dice la Guemará, un RUAJ SHITUT.

No otorgar el perdón a quien lo ofrece es, en sí mismo, un acto que daña, un acto de maldad y crueldad, tal vez más que aquel que en su momento dañó. Hasta cabría la pregunta si aquel que no quiere perdonar, luego deba ofrecer disculpas por el daño que le hizo en todo momento al dañador que sufrió por no ser perdonado. Claro que éste también debe comprender que, si el hecho de no perdonar es provocar un daño, un dolor, pues entonces también es un RUAJ SHITUT. Incluso el dañador puede pensar que, así como él está arrepentido, seguramente también lo está aquel que le hace sufrir por no perdonarlo, y que seguramente sí lo perdona, pero su orgullo o vergüenza le impide acercarse y aceptar. No por maldad o por no perdonar, sino por pena, vergüenza u orgullo. No siempre no perdonar verbalmente es un acto de maldad. A veces se perdona con el alma, con todo el corazón y no se tiene el suficiente coraje para enfrentar ese momento. Lo más probable es que sea por pena o vergüenza, pero no por maldad.
Es por eso que ambos, seguramente entienden eso y están perdonados, máxime cuando hay amor entre ellos.
¿Entonces para qué ofrecer disculpas si se sobre entiende el perdón otorgado?
Porque muchas veces, ese amor que había entre ellos pudo desvanecerse por esa falta. El dañador quiere saber si ese amor continúa o si, de lo contrario, ya es odio.
Y más allá de eso debemos pensar que la vida no es eterna y en cualquier instante, el menos pensado, puede venirnos la muerte. ¿Cómo lograr que esa persona no sea castigada en el Shamaim cuando llegue con un peso tan grande al no ser perdonado?


Nuestros Jajamim nos enseñaron que luego de tres veces de ofrecer disculpas de corazón, el dañador no debe tener ese peso encima ya que en el Shamaim ya lo contemplan limpio. Si es así, ¿será necesario insistir o tal vez, por el sólo hecho de ya considerarse limpio en el Shamaim, no es necesario? Pero la pregunta más fuerte es si este acto de no insistir no es más que un mero acto egoísta, al cual no le interesa el castigo de su compañero en el Shamaim al no perdonarlo? Yo creo que debe insistir, ya no para estar él mismo limpio en el Shamaim, sino más bien por amor a su prójimo, para que él esté igualmente limpio. Y ese sí es un acto de amor muy grande ya que el interés no es propio, sino ajeno; no es terrenal, sino espiritual. Ofrecer disculpas es un acto de amor porque libera al dañado, dándole la oportunidad de perdonar. Así como el pobre, al estirar su mano, da la oportunidad que únicamente él puede dar, que el prójimo haga un acto de caridad, así mismo el que ofrece disculpas da la oportunidad al prójimo a que perdone y reciba ese hermoso mérito.

Acerca de Rob Dagán

Mi nombre es Gabriel Zaed y escribo bajo el seudónimo de Rob Dagán. Mi pasión por la escritura es una consecuencia del ensordecedor barullo existente en mis pensamientos. Ellos se amainan un poco cuando son expresados en tinta, en un escrito. Más importante es expresarse que ser escuchado o leído, ya que la libertad no radica en hablar, sino en ser libre para pensar, analizar.

1 comentario en «Dame alguna prueba de amor»

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: