David Marcus

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Parece increíble que hasta el día de hoy no haya sido suficientemente reconocida en Israel la labor y la experiencia de David Marcus, carismático voluntario norteamericano que tanto contribuyó a la victoria en la Guerra de Independencia en 1948. El único monumento a su memoria se encuentra no en Israel sino en West Point. Ningún libro se ha escrito sobre su vida y en los colegios casi no se le menciona. Y precisamente a él le otorgó David Ben Gurión en forma póstuma el grado de general del ejército israelí, en una época en que aún no se daban rangos militares a los oficiales. Sería interesante estudiar la causa de esta omisión.

Marcus nació en Brooklyn y por su brillante récord académico y atlético fue admitido a West Point, la renombrada academia militar norteamericana, de la cual se graduó en 1920. Después de completar el servicio requerido estudió leyes y pasó la mayor parte de los años 30’s como abogado federal en Nueva York, tratando de llevar a la justicia a Lucky Luciano, el conocido mafioso italiano. Como recompensa, el alcalde La Guardia lo nombró Comisionado de Correcciones en Nueva York.

Después del ataque japonés a Pearl Harbor regresó como voluntario al ejército y actuó como oficial ejecutivo en el gobierno militar en Hawai. En 1942 fue nombrado comandante del nuevo colegio de rangers (comandos), que se encargó de desarrollar tácticas innovadoras para la lucha en la jungla. Enviado a Inglaterra en la víspera del día del desembarco aliado, en forma voluntaria se lanzó en paracaídas en Normandía. Marcus ayudó a establecer los términos de rendición de Italia y Alemania, y formó parte del gobierno de ocupación en Berlín. Era admirado por sus colegas, que lo consideraban uno de los más brillantes cerebros del Departamento de Guerra.


En 1944, consciente de su judaísmo, tomó parte en la operación destinada a salvar a los millones de prisioneros que morían diariamente en las regiones liberadas por los aliados. Marcus entendió lo profundo del antisemitismo europeo y, aun sin ser sionista, se convenció de que la única esperanza para los sobrevivientes del judaísmo europeo estribaba en la creación de un hogar nacional en Palestina. En 1947 Ben Gurión le pidió ayuda como consejero militar para ayudar en la formación del ejército. Marcus aceptó, pero por exigencia del gobierno norteamericano no debía usar su propio nombre ni su rango, ni se debía conocer su récord militar. Así fue como apareció en Israel en enero de 1948 como vendedor de vinos bajo el nombre de Michael Stone. La situación era difícil. Las colonias judías estaban dispersas y rodeadas de un mar de árabes hostiles. El futuro estado no tendría fronteras defendibles, carecía de fuerza aérea, sólo disponía de unos cuantos tanques y escasas armas y artillería, ya que la administración inglesa pro-árabe había impedido a los israelíes la importación de equipo militar. La Haganá era una organización efectiva pero ilegal y sin experiencia como ejército regular. Frente a ellos se encontraban ejércitos árabes bien equipados, determinados a arrojar a los judíos al mar.

“Stone” recorrió el país y en su primer informe a Ben Gurión dijo que el elemento humano, tanto en la Haganá como en las organizaciones Etzel y Leji, era lo mejor que había conocido. Su audacia para lograr sus metas era increíble. Pero, le dijo, “cuenta usted con un ejército de tercera clase con elemento humano de primera”.

“Stone” inició su trabajo diseñando estructuras para el nuevo ejército israelí y escribió los manuales relevantes para entrenarlo, adaptando su experiencia en el colegio de “comandos” a las necesidades especiales de la Haganá. Identificó los puntos israelíes más débiles como las esparcidas colonias del Neguev y el nuevo barrio de Jerusalem. La aplicación de los mismos logró desequilibrar por completo al ejército egipcio. Cuando se declaró la Independencia en 1948, Israel estaba ya más preparado gracias a su planificación a pesar del ataque de cinco ejércitos árabes.

Marcus será siempre recordado por su intervención para impedir que cayese la sitiada sección judía de Jerusalem, ordenando la construcción de una ruta alternativa (el camino Burma) para trasladar refuerzos humanos, equipo y alimentos, con lo que logró romper el bloqueo, sólo unos días antes de que las Naciones Unidas negociasen un cese de fuego; de este modo Israel contuvo el asalto árabe con sus fronteras casi intactas.

Trágicamente, Marcus no vivió para ver la paz. Un guardia en el pueblo de Abu Ghosh, en las cercanías de Jerusalem, le disparó por error debido a que Marcus no mencionó la clave de acceso al campamento. Marcus fue inmortalizado por Kirk Douglas en la película La sombra de un gigante.

En 1949 Ben Gurión encargó a la periodista norteamericana Zipporah Porath, que participó del sitio de Jerusalem, que recaudase y seleccionase todo el material posible sobre David Marcus, el primer general de Zahal, para que se escribiese un libro sobre él. Zipporah, a quien conozco personalmente, entrevistó a todas las personalidades que habían tenido contacto con él: Yaakov Dori, el primer Comandante en Jefe del ejército, Igal Yadin; Itzjak Sadé, comandante del Haganá, Moshe Dayan. El material sigue escrupulosamente archivado sin haber visto la luz pública. Zipporah piensa que la razón es política; los primeros comandantes del ejército probablemente no quisieron compartir la gloria con un extranjero.

Marcus estuvo en Israel sólo 200 días, pero su presencia y sus conocimientos tuvieron una influencia enorme sobre el espíritu y la formación del ejército de Israel. En el 60 aniversario de la Independencia quizá llegó la hora de brindarle un merecido homenaje póstumo.

Acerca de Tzila R. de Chelminsky

Nacida en México y cursando sus estudios hasta la preparatoria en planteles de la red judaica, obtiene en la UNAM el título de Licenciada en Economía.Su actividad social en México y en Israel ha sido intensa, llegando a ser Presidenta de varias organizaciones. En Israel ha sido fundadora y directora del Fondo Rosario Castellanos para llevar a esas tierras la cultura mexicana. Ha sido agregada cultural de la Embajada de México en Israel de 1993 a 1998 y asesora en asuntos culturales hasta el día de hoy. Colaboró en varios periódicos y revistas en México y desde hace 13 años escribe mensualmente desde Israel en "Foro".

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