El pasado 6 de mayo Auschwitz fue testigo de la conmemoración por Yom Hashoá y su consecuente masiva Marcha de la Vida anual. En este evento se reúnen miles y miles, principalmente jóvenes estudiantes, de grupos de decenas de países para recordar lo que sucedió en la shoá, realizando una marcha simbólica desde Auschwitz I a Auschwitz Birkenau (II), camino por el cual los prisioneros eran enviados en las marchas de la muerte. Pero ahora miles marchamos por la vida, porque el pueblo judío no pudo ser extinguido y siempre será eterno.
En este día numerosos grupos de diferentes países tuvieron un tour histórico por Auschwitz, después todos nos reunimos en Auschwitz I y al toque del shofar comenzó la gran “Marcha de la vida” con cerca de cinco mil personas, 55 sobrevivientes del Holocausto, muchos de ellos de Hungría, así como un grupo especial de estudiantes traídos de Hungría ya que este año se conmemoran los 80 años de las deportaciones masivas de judíos húngaros a Auschwitz.
El año pasado fui parte de la increíble marcha de la vida 2023 con el grupo Universitarios No judíos de México, una iniciativa muy importante para dar a conocer la historia de la shoá sin duda, pero este año 2024, a pesar de que México no pudo mandar a su grupo grande de chicos judíos, así como varios países, tuve la oportunidad y el gran honor de acompañar al equipo directivo de Marcha de la Vida México. Para mí fue una experiencia que nunca olvidaré y guardaré en mi corazón, sin duda no puedo dejar de agradecer la invitación ya que principalmente van grupos judíos de todo el mundo, y para mí no hubiera sido posible si no fuera por el gran equipo de México: Moishe Punsky, Alina y Moy Garber, Daniel Schwarcz y Ania Szuczińska de Polonia, admirable historiadora y colaboradora de la Marcha.
Marchamos juntos los casi 3.5 kilómetros que separan ambos campos de Auschwitz, acompañados de un clima tan bello que contrasta con la historia terrible que recordamos. Yo marché por los 6 millones de judíos asesinados y los sobrevivientes, pero principalmente, yo marché por mi tía bisabuela Helena Sztulman, sobreviviente de Auschwitz y otros campos de concentración así como por toda mi familia asesinada; yo marché por mi querido Johnny Jablon, sobreviviente de Auschwitz y cinco otros campos; yo marché por Saul Dreier, querido músico y sobreviviente del Holocausto; por el señor Luis Opatowski que considero como familia, por la Sra. Lea Zajac, por Ruth Mermelstein, por Halina Lach, y por cada uno de los sobrevivientes que he tenido la fortuna de conocer, los cuales porto con honor en una playera.
Cientos de jóvenes y adultos, portando su bandera de Israel como capa, sus gorras y mochilas distintivas de la marcha, y caminando juntos con un mismo objetivo, honrar la memoria de las víctimas. También había dos delegaciones del ejército Israelí FDI y de la armada de EUA.
Algo que me llamó mucho la atención fue que también mucha gente cantaba canciones judías o bailaba mientras caminábamos. Sinceramente, en mi interior pensé que eso era una falta de respeto a lo que hacíamos, ya que yo prefiero caminar en silencio y reflexionar, pero cuando externé mi sentir a Moishe y después a Alina mi perspectiva cambió. Ellos explicaron como hace unos años el sobreviviente del Holocausto Bedrich Steiner Z”L, fue con ellos a la marcha y cuándo la gente se molestaba al ver a grupos cantar, bailar, abrazarse o incluso comer un lunch en Auschwitz él les respondía en pocas palabras: Canten, bailen, coman, muestren cariño en Auschwitz ahora ya que nosotros no podíamos hacer nada de eso cuando éramos prisioneros.
Ahora entiendo porque el pueblo judío celebra, porque viven porque están en este lugar demostrando que la luz vence la oscuridad. Quiero aclarar que con esto no significa que podemos faltar al respeto a lugares tan importantes como los campos de concentración, siempre tenemos que respetarlos de la mejor manera, pero el saber lo que dijo un mismo sobreviviente sobre estos temas movió todo mi interior.
Al final de la marcha se llega al fondo de Auschwitz Birkenau, pasando por la puerta de la muerte, y en el camino hacia el final se escuchan por bocinas algunos testimonios de sobrevivientes.
La ceremonia fue sumamente emotiva al grado de derramar muchas lágrimas, incluso el equipo de México mencionó que ha sido una de las mejores y más significativas ceremonias de todos los tiempos. Hablaron directores de la Marcha de la Vida Internacional, algunos sobrevivientes del Holocausto. Uno tenía 95 y el otro 100, dos hombre increíblemente fuertes y valientes siendo testigos hasta que la vida se los permita.
Se mostró un video de algunos que sobrevivieron el Holocausto y después la masacre del 7 de octubre de 2023 perpetrada por el grupo terrorista Hamás en Israel. Sin duda a todos se nos partió el corazón al ver ese video, pero nos recuerda la necesidad de recordar ahora más que nunca.
Se prendieron las 6 antorchas en memoria de los 6 millones de judíos asesinados en la Shoá, y las dos que más me impactaron fue la que prendieron varios sobrevivientes del Holocausto juntos, así como la prendida por estudiantes jóvenes húngaros recordando el aniversario de las deportaciones. Dos generaciones lejanas cerca y recordando lo mismo.
También hubo participaciones musicales muy significativas con la destacada presencia de la joven cantante israelí Eden Golan quién cantó un par de canciones en memoria al día.
Al final todos cantamos el himno de Israel, Hatikva y quedó la esperanza en nuestros corazones de que mientras un alma judía habite en nuestro corazón la esperanza no está perdida.
Vuelvo a agradecer profundamente a los directivos de Marcha de la Vida México por regalarme uno de los días más significativos de mi vida y especialmente agradezco a Moishe Punsky, director de Marcha de la Vida México, quien ha demostrado ser un gran hombre, humilde y con un corazón inmenso que ha apoyado tanto y creído tanto en mi persona y en lo que hacemos en The Voice of the Silence.
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