El 31 de diciembre de 1941, un anuncio dramático fue publicado en el periódico Paris-Soir, unos padres desesperados buscaban a su hija de 15 años la cual se había fugado de un colegio de monjas; pero la tragedia estaba apenas a punto de comenzar cuando nueve meses más tarde el nombre de la joven apareció en una lista de deportados al campo de exterminio de Auschwitz. Iniciándose así el relato más trágico de la vida de esta familia y la búsqueda del Autor para reconstruir una biografía que prácticamente había sido borrada.
Así este escritor de origen judío, nacido en Francia en 1945 e hijo de padre judío y madre belga, es un claro referente de que la Segunda Guerra Mundial fue un escenario de pérdidas y reencuentros, de sufrimientos y fuerza vital, donde millones de familias se perdieron y encontraron, durante y después de la época más oscura que vivió una Europa casi destruida por el régimen Nazi.
Y que hoy está siendo asediada por otro enemigo con un nombre e ideología diferentes pero que encierra las mismas intenciones asesinas y de exterminio de aquella época.
Donde pese a los continuos esfuerzos en contra de los ataques y asesinatos en toda Europa parece que no puede ser contenido o peor aún no se quiere reconocer la situación de crisis y muerte en la que están inmersos miles de personas al otro lado del Atlántico cada día.
Por ello, es nuestro deber alzar la voz y sumarnos al sentimiento de repudio por los asesinatos que están ocurriendo en diferentes puntos de Europa, donde ya prácticamente es casi imposible vivir en paz y tranquilidad a pesar de los esfuerzos de los ciudadanos que viven en ese lado del planeta e intentan no sentirse aterrorizados, tratando de hacer una vida normal, aunque perseguidos por la sombra de un falso Di-s que manda a sus hijos a matar a sus hermanos sin importar él por qué o para qué en un mundo no más humano ni más integro que él que se desarrolló entre el primero de septiembre de 1939 y el 2 de septiembre de 1945 en el Viejo Continente.
Donde fueron asesinados millones de personas que no se adecuaban a los estándares de un régimen homicida, basado en el odio y liderado por un führer que más que un líder fue un enfermo mental y que cada tiempo se presenta a través de una nueva ideología que al igual que en aquella época, lo único que pretende es exterminar a todo aquel que se muestre diferente y apropiarse de sus posesiones instaurando otro sistema de muerte disfrazado de una fe en un ser supremo que solo predica la espada en tu cuello si no le eres fiel a sus creencias.
(Especial para Diario Judío.com de México.
18 07 2016.-
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