“El incremento exponencial de agresiones físicas y verbales contra judíos en América Latina acelera la aprobación de instrumentos legales que permitan contrarrestarlos”, manifestaron delegados del Centro Simón Wiesenthal presentes en la XXVI Asamblea Ordinaria del Parlamento Latinoamericano PARLATINO, reunida en Panamá.
El Centro es la única organización judía acreditada ante este organismo que representa a legislaturas de 22 países miembros en América Latina y el Caribe.
“Nuestro proyecto de resolución se basa en la Definición de Trabajo de Antisemitismo de la Agencia para los Derechos Fundamentales de la Unión Europea del año 2004, la Declaración de Berlín de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) de 2004, la Declaración Interparlamentaria de Londres de 2009 y su Protocolo de Ottawa de 2010. El texto destaca que las teorías conspirativas que aluden al supuesto control judío de los medios, las finanzas, los gobiernos, etc., la negación del Holocausto y la deslegitimación del Estado de Israel son factores que contribuyen al nuevo antisemitismo”, señaló el Dr. Shimon Samuels, director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal.
El proyecto rinde tributo al trabajo de Simón Wiesenthal, al destacar que “la historia nos ha demostrado que aquellas muestras de intolerancia que empiezan contra los judíos se expanden y afectan a la sociedad en pleno.
Los miembros del Parlamento Latinoamericano:
- Entendemos que el antisemitismo es una manifestación social que vulnera la dignidad humana;
- Denunciamos que el antisemitismo es inaceptable en cualquier sociedad e incompatible con la democracia;
- Condenamos la utilización del antisemitismo como herramienta política;
- Instamos a que los distintos Parlamentos de la región elaboren instrumentos que permitan combatir el antisemitismo y reprimir a quienes lo promueven;
- Convocamos a los proveedores de servicio de internet a que establezcan pautas y términos de uso contra el odio y la intolerancia, en armonía con la legislación que ampara la libertad de expresión;
- Llamamos a fortalecer la educación para contener el antisemitismo, el prejuicio más antiguo, a favor del respeto, la tolerancia y la coexistencia;
- Manifestamos que, al actuar en este espíritu, lo hacemos no a favor de un grupo en particular sino en defensa del bien común y de la sociedad en su conjunto.
El Centro agradeció el apoyo argentino para la presentación del documento, a la Junta Directiva del PARLATINO y su giro a la Comisión de Derechos Humanos.
La resolución fue presentada por la senadora Sonia Escudero (secretaria general del PARLATINO) y contó con el apoyo de los senadores Rubén Giustiniani, Norma Morandini y Luis Rubeo y los diputados Christian Gribaudo, Fernando Iglesias y Virginia Linares, todos ellos argentinos. También expresaron su apoyo los diputados panameños Manuel Cohen Salerno y Luis Eduardo Quirós.
Este instrumento será el primer reconocimiento acerca de los peligros del antisemitismo en América Latina y servirá como punto de referencia para parlamentarios de todo el continente. Servirá también como un modelo para todas las demás víctimas de discriminación. El Centro se enorgullece de haber promovido esta contribución a la actualización legislativa en el campo de los derechos humanos y contra la incitación al odio y la violencia.
Principalmente está pasando lo que ocurrió en los 70 y en los 80 en Europa y Norteamérica, es decir, un auge de pensamientos revolucionarios utópicos que paradojicamente son anti-occidentales, y que, en su despiste ideológico, asumen unas posiciones tercermundistas que les hacen simpatizar con el mundo árabe al que consideran el paradigma de la marginación y de la victimización, puesto que la lucha por los derechos de la clase obrera se ha sustituido por la lucha por los marginados y los que viven en el tercer mundo, por lo que defienden y justifican toda acción y toda opinión proveniente de personas que vienen o que son originarias de países del tercer mundo, principalmente árabe. Asímismo, a esto se une la posibilidad de personalizar en Israel el odio que sienten hacia occidente, al considerarlo el paradigma de la modernidad occidental, cuanto mas cuanto que es considerado un enclave de occidente en el tercer mundo. Y todo ello azuzado por un antisemitismo que se oculta en esta ideología utópica revolucionaria bajo una capa de antisionismo, pero que es patente al ver como si sustituimos en sus discursos la palabra "sionista" cuando critican ferozmente a Israel, por la palabra "judío", obteniendo con ello un tipo de discurso que recuerda mucho o que es practicamente igual al antisemitismo que se plasmaba en occidente en el siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX. La lucha por los derechos de los palestinos es la cohartada para vomitar odio contra occidente, en general, y para dar rienda suelta a un antisemitismo mal disimulado, que se nota claramente en las ocasionese en que ha habido ataques a sinagogas, cementerios judíos e instituciones judías en general en América y Europa, puesto que esta ideología tercermundista suele aflorar diciendo que es natural que haya dichos ataques, existiendo Israel. Esta ideología que dice ser de izquierda revolucionaria parece que ha prendido en algunos círculos de América, sobre todo en la Venezuela de mico-mandante Chávez, donde su discurso de odio a occidente se esgrime para atacar a Israel y para estrechar lazos con el mundo árabe, al que considera como un contrapunto a occidente y, por tanto, alguien con quien aliarse. Tal ideología yo considero que no tiene tanta fuerza en Europa actualmente, siendo la mayor parte de los actos antisemitas realizados por inmigrantes o hijos de inmigrantes musulmanes radicalizados por la demagogia tercermundista y por imames formados en el sector mas radical del islam, mas algunas acciones esporádicas realizada por la extrema derecha, pero la mayor parte de la población en Europa, salvo la izquierda demagógica y excesivamente soñadora, ve con mucha mas desconfianza a la población musulmana que a los judíos. En algunos países de América, merced a la demagogia populachera y tercermundias emanada del chavismo, parece que se ha difundido, no se hasta que punto, este tercermundismo antisemita.
Hay que hacer conciencia de las nefastas consecuencias del racismo que condujo al asesinato sistemático de millones de seres humanos.
El 12 de diciembre de 1960 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 1510 que conden…a todas las manifestaciones y prácticas de odio racial, religioso y nacional y las considera como violaciones a la Carta de las N.U. y a la Declaración de los Derechos Humanos. Posteriormente, en noviembre de 1963, se promulgó la Declaración sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial. El texto final se elaboró en 1965 y fue aprobado por unanimidad por los 106 países votantes. Dicho documento establece que "toda doctrina de superioridad racial es científicamente falsa, moralmente condenable y socialmente injusta y peligrosa".
En el artículo cuarto se exige a los Estados firmantes a) declarar punible conforme a la ley toda difusión de ideas basadas en la superioridad o en el odio racial; b) declarar y prohibir las organizaciones que promuevan la discriminación racial así como la propaganda racista y c) impedir que las autoridades o instituciones públicas promuevan la discriminación.
Varios países cuentan con leyes específicas que prohíben las formas extremas de odio y de violencia racial. Tal es el caso de Alemania en cuyo Código Penal se prohíben determinadas acciones racistas y de Argentina en donde se sanciona a quienes emiten mensajes que tengan por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquiera de sus formas. Por su parte, en 46 Estados de la unión norteamericana se cuenta con legislaciones en contra de la incitación racial entre las que destaca la Estadística sobre Delitos de Incitación al Odio de 1990 que exige a las autoridades gubernamentales la colección y publicación de datos sobre delitos motivados por prejuicios de raza, religión, origen étnico u orientación sexual.
A su vez en Australia se condena la incitación al odio racial a través de una legislación promulgada en 1971, misma que ha sido criticada y enmendada por no ser efectiva. En Francia las leyes de 1990 proscriben la difamación y la discriminación y el odio racial. El Código Penal de Suecia también prohibe desde 1982 la expresión pública del desprecio racial, étnico o religioso. Bajo esta ley fue condenado Ahmed Rami quien a través de Radio Islam promovía las actividades de los revisionistas históricos que niegan la veracidad del Holocausto. Por su parte los organismos legislativos de Canadá (en 1991) y de Hungría (en 1992) apoyaron la vigencia de las leyes en contra de la incitación racial, a pesar de las restricciones que implican para la libertad de expresión.
En Eslovaquia, por su parte, se utilizó una Resolución Federal contra el racismo para confiscar dos libros antisemitas en una exposición efectuada en 1992. Confiscaciones similares de libros antijudíos ocurrieron en Hungría y la ex Yugoslavia, mientras que en Sudáfrica el clásico antisemita Los Protocolos de los Sabios de Sión está prohibido por considerarse "indeseable".
En Brasil, a pesar de las distintas disposiciones contra la expresión pública de prejuicios raciales o religiosos, diversos juicios sobre antisemitismo han fracasado bajo el argumento de que la protección constitucional de la libertad de expresión y prensa debe tener preeminencia.
Con frecuencia las leyes contra el racismo se enfrentan a disposiciones constitucionales que protegen la libertad de expresión.
Sobre el Antisemitismo. A pesar de que el exterminio en masa de los judíos desempeñó un papel decisivo en el ámbito de los derechos humanos, el antisemitismo no se menciona expresamente en ninguno de los instrumentos elaborados después de la segunda guerra mundial. Algunos países cuentan con leyes que abordan el antisemitismo aunque rara vez lo mencionan por su nombre. Una de las escasas excepciones es Bélgica en donde desde 1981 la ley prohíbe expresamente "el racismo, el antisemitismo y la xenofobia". Por añadidura hay ambigüedad en el uso de los términos para designar al fenómeno antisemita que incluyen el racismo, xenofobia, prejuicio, intolerancia, discriminación y denigración lo que impide definirlo con toda precisión y combatirlo a través del frente legal.
Sin embargo, el hecho de que un país disponga de leyes en contra del racismo no garantiza que dicho instrumento sea aplicado efectivamente o incluso que sea utilizado. Tal es el caso de Gran Bretaña, por ejemplo, en donde de 1987 a 1990 no se implementaron medidos reales contra actos antisemitas a pesar de contar con leyes que se ocupan del tema. Por su parte en Polonia, en donde también en su Código Penal se condena la incitación pública contra grupos nacionales, raciales, étnicos o religiosos, los actos antisemitas no son perseguidos por la ley. En Rumania, desde la caída del dictador Ceausescu, no se ha procesado ningún ataque antisemita, a pesar de que el país cuenta con legislaciones explícitas. En América Latina se da el mismo fenómeno.
Es evidente que a pesar de la existencia en muchos países de legislación antirracista, el flagelo de la discriminación y violencia basadas en la creencia en la superioridad de un grupo no ha cesado sino, como es el caso de Alemania o Estados Unidos, se ha incrementado notablemente en los últimos años. Este se debe a que las leyes no pueden promulgarse en el vacío. Es necesario que exista un terreno fértil para ello y que las autoridades apoyen e impulsen suficiente su promulgación y su implementación. Por otro lado la sociedad debe de ser educada y sensibilizada sobre los peligros que derivan de la discriminación y del odio racial y de esta manera contar con la voluntad popular para desechar la intolerancia y la violencia.
Por tanto se debe encontrar la manera de evitar el resurgimiento del fenómeno racista e institucionalizar medidas concretas para prevenir y suprimir la discriminación.
Evaluaciones hechas por los miembros de Jinuj.net.
Tomado de Tribuna Israelita