Al cumplirse el 30º aniversario del atentado terrorista en contra del vuelo 901 de la empresa Alas Chiricanas, el Distrito XXIII de B´nai B´rith Internacional, Norte Latinoamérica y el Caribe, en representación de sus Logias, Filiales, Capítulos y Comunidades afiliadas reafirma y reitera su inequívoca condena al terrorismo y su firme reclamo por verdad y justicia.
El atentado, ocurrido a las 5:20 pm del martes 19 de julio de 1994 en la República de Panamá, destruyó al avión que cubría la ruta entre Colón y Ciudad de Panamá, cegó la vida de 20 personas inocentes y enlutó a decenas de hogares en Panamá y en diversos países.
Tras las primeras investigaciones, se elevaron diversas hipótesis sobre los móviles que llevaron a los autores intelectuales y materiales a planificar el peor atentado terrorista en la historia de Panamá.
Sin embargo, las primeras investigaciones no sacaron a la luz la verdad.
En mayo del año 2018, en una declaración conjunta ofrecida por los entonces gobernantes de Panamá e Israel, se confirmó el carácter terrorista del siniestro y el involucramiento del grupo terrorista libanés Hezbollah en la preparación y ejecución del mismo, pero, a pesar de la magnitud de lo sucedido, a la fecha de hoy las investigaciones no han prosperado en llevar ante la justicia a los autores tanto materiales como intelectuales del ataque perpetrado.
Expresamos nuestro rechazo y decepción ante la impunidad absoluta que han gozado los perpetradores de esta masacre pese a los señalamientos debidamente registrados, situación que no solo representa una afrenta a la memoria de las víctimas sino que, también, es una carta de invitación para que demás grupos terroristas planifiquen nuevos atentados que pongan en riesgo la vida de personas queridas a nosotros.
El vuelo 901 transportaba a padres, hijos, sobrinos, abuelos, hermanos, tíos, primos, vecinos, amigos.
Llevaba a alguien a quien conocíamos.
Alguien que para nosotros era una persona cercana, con nombre y apellido, con quien sus seres queridos habrán planificado pasar su vejez a su lado, en compañía de sus esposas, hijos y nietos.
Por ello, apoyamos la labor que lleva adelante el COMITÉ CONCIENCIA VIVA en su trabajo de perpetuar la memoria de los inocentes asesinados un día como hoy hace 30 años y que tiene como fin que las nuevas generaciones de panameños y extranjeros tomen conciencia sobre las repercusiones que el terrorismo, la violencia, la discriminación y la intolerancia tienen para nuestra sociedad y la importancia de defender y promover la Libertad, la Democracia y los Derechos Humanos.
Rendimos un homenaje a quienes hoy no nos acompañan, hombres y mujeres amados, que fueron arrancados de manera imprevista, injusta y violenta a sus seres queridos.
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