Es posible que después de ciento veinte años nos reclamen “por nuestra mala situación económica”. Pero la persona dirá que eso fue un decreto del Cielo y que no dependía de uno mismo. Explicaremos esto con la siguiente historia.
Escuché en nombre Rab Matitiahu Solomon algo increíble:
A un doctor principiante le tocó en cierta ocasión hacer guardia a solas en el hospital durante toda una noche. Los demás doctores le dijeron que si tenía problemas con algún paciente, ¡que toque la alarma y vendrán los doctores expertos!
Llegó la noche y comenzaron los problemas con los pacientes. El médico de guardia trató de salvarlos, pero aunque se esforzó mucho, murieron dos hombres. Lo llevaron a juicio y él respondió que hizo todo lo posible, que no era su culpa. Sin embargo, al final lo condenaron a prisión, ya que pudo mejorar la situación y no lo hizo… ¿Cómo? ¡Tocando la alarma!
Eso mismo pasa con nosotros. Quizá en el Cielo nos reclamen que no tuvimos el sustento suficiente, pero eso habrá sido nuestra culpa, ¿Por qué no pediste ayuda? Esa “ayuda” se llama “Tefilá”, “Plegarias”.
Todos los días tenemos la posibilidad de que Hashem nos conteste. Así lo repetimos varias veces en Shajrit: “Hamélej Yaanenu Beyom Korenu, “El Rey que nos contesta en el día que lo llamamos”.
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