Por Emilio Carrillo
Becerril, Coca & Becerril, S.C.
Sin duda alguna, el Mundial de Fútbol de Sudáfrica ha sido el evento deportivo mundial con la mayor audiencia en el 2010. Además de la presencia de millones de aficionados, este evento ha gozado de la audiencia global de casi todos los países del mundo gracias a la TV, el radio e Internet. Estamos hablando de un fenómeno mediático sin precedentes en la historia.
A pesar del enorme y especial interés en todos los países, es una realidad que el disfrutar de todos los derechos de transmisión no está destinado para todas las personas. En México, por ejemplo, las dos televisoras más grandes del país transmitieron 30 partidos en la televisión abierta, mientras que los 64 partidos sólo se transmitieron por TV de paga.
Por supuesto, la transmisión de los partidos así como de cualquier elemento relacionado no es gratis. La compañía transmisora necesita forzosamente el previo consentimiento y autorización del propietario de los derechos de transmisión en el mundo.
En este caso, los copyrights, los derechos de transmisión sobre todos los partidos, equipos, jugadores, logos oficiales, marcas registradas del evento e incluso el trofeo oficial y la mascota, pertenecen en exclusividad a la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociación) quien, en estricta conformidad con sus propios derechos, otorga y firma múltiples acuerdos de licenciamiento alrededor del mundo con las compañías transmisoras que tienen el interés de transmitir estas imágenes en sus respectivos países en medios como la TV y la radio, Internet y dispositivos móviles.
Para algunos, el otorgamiento de estas autorizaciones o licencias pudiera parecer un monopolio. Sin embargo, éste es solo uno de tantos ejemplos de la manifestación del libre mercado, de la venta y compra de bienes y servicios.
La FIFA, como propietario de estos derechos, tiene un especial interés en conservarlos y ha adoptado, entre otras, la figura de patrocinadores oficiales de la World CupTM (Copa del Mundo), lo que le da una continua y relevante presencia en cualquier partido y en cualquier circunstancia relacionada directa o indirectamente con la Copa. Asimismo, toma las medidas necesarias para evitar cualquier relación del concepto “Copa del Mundo FIFA” con alguna marca de terceras personas. Es importante recordar el caso de las mujeres aficionadas del equipo holandés, a quienes FIFA consideró que se encontraban promocionando una muy reconocida marca de cerveza de ese país.
FIFA ha creado y encontrado alternativas con el fin de permitir que la transmisión de la gran mayoría de los partidos fuera accesible para todos. Solo por mencionar un ejemplo, la FIFA permitió la exhibición pública de los partidos en lugares públicos tales como playas, avenidas, plazas públicas, etc. para que cualquier persona que no tuviera acceso a la TV de paga pudiera observar y celebrar a su equipo favorito.
En resumen la FIFA, como organizador del Campeonato Mundial y como dueño y titular legítimo de todos los derechos de propiedad intelectual relacionados, defiende y obtiene respeto de las otras partes de su legal interés, lo que para algunos puede ser un exceso, pero que le resulta más que efectivo.
BCB Becerril, Coca & Becerril es una firma internacional dedicada a asuntos relacionados con la Propiedad Intelectual y la Transferencia de Tecnología.
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