Experimentar tranquilidad, seguridad, y bienestar todo el tiempo al comunicarnos e interactuar con los demás parece imposible, especialmente cuando tenemos un ritmo de vida agitado y nos vemos sometidos a presiones que nos causan estrés y eso influye en la manera en como percibimos el mundo y reaccionamos ante las situaciones que vivimos. Sin embargo, tenemos la posibilidad de desarrollar habilidades sociales que nos permitan tener una relación más armoniosa con los demás, entre estas habilidades la asertividad ocupa un lugar muy importante.
¿Qué es la asertividad?
La asertividad es un término que se refiere a cierto estilo de comunicar y también, a un tipo de habilidad social que se caracteriza por la adecuada expresión de ideas, opiniones, emociones, necesidades, etc. Teniendo consideración a las personas que nos escuchan, abriendo posibilidades de diálogo y comprensión con los demás.
La asertividad puede observarse en la forma de comunicarse y en la forma en la que nos relacionamos con los demás. Una persona es asertiva cuando su estilo de comunicación es abierto y expresa con claridad y respeto hacia los demás lo que piensa y siente. Esta persona puede decir por ejemplo: “necesito que…, pienso que…, no quiero que..; en lugar de decir de manera indirecta “sería bueno que…” o “hay personas que piensan que…”.
La persona con un estilo asertivo de comunicación, expresa de manera directa y clara sus opiniones y defiende sus derechos respetando las opiniones y derechos de los demás.
Cuando nos expresamos adecuadamente tanto en lo que decimos como en la manera en la que la decimos, podemos “conectar” más fácilmente con los otros y lograr que nos escuchen. Una persona puede defender algo que es justo, pero si no es asertivo a la hora de comunicar sus ideas o argumentos, difícilmente logrará que los otras personas puedan escuchar su mensaje.
Una conducta es asertiva cuando hay congruencia entre lo que se dice, la forma en la que se dice, el momento adecuado y considerando los derechos de los otros. Así podemos relacionarnos armoniosamente, con los demás con base en expresar lo que pensamos, opinamos o sentimos, nuestro acuerdo o desacuerdo, nuestro agrado o desagrado, ante una situación determinada sin crearnos problemas o lesionando a los otros.
Características de los estilos de comunicación
Es importante no confundir la asertividad con la agresividad, a veces se confunde el decir las cosas sin restricciones con asertividad y se piensa que se es franco. La franqueza en si misma no es una conducta asertiva, depende de cómo se expresen las cosas, en qué contexto y respetando a las otras personas.
La comunicación y/o conducta agresiva tiene como base el poco respeto por los demás, atropella sus derechos porque en esencia no “ven al otro”, lo que es válido –para ellos- es su punto de vista, la satisfacción de necesidades o intereses personales. La persona con estilo agresivo de comunicación no escucha, es impositiva y actúa sobre la base de “yo tengo derechos, pero tu no”.
La persona asertiva sabe escuchar, es empática, considera las necesidades y derechos de los derechos de los demás, aclara expectativas y establece límites, y expresa observaciones no juicios.
Otra forma de comunicar que es llamado estilo pasivo de comunicación el cual la persona se expresa de manera indirecta, no manifiesta sus desacuerdos ni defiende sus intereses, permite que otras personas decidan y muchas veces permite que atropellen sus derechos.
Cultivando la asertividad
Esta suele ser una habilidad que, como todas, se puede ejercitar cada día, con cada acción y con todas las personas. Para ello, es importante considerar los derechos asertivos para nuestra vida y para la de los demás, algunos de ellos son:
Derecho a :
- Tener tus propias opiniones
- Cambiar de idea, opinión o actuación
- Pedir un trato justo y respetuoso
- Decir “no” sin sentirte culpable o egoísta
- No responsabilizarte de los problemas de los demás
- Equivocarte y responsabilizarte de tus errores
- A tener tus propios intereses y necesidades y que sean tan válidas como los de los demás
Desarrollo de la asertividad
- Hacernos conscientes de nuestros derechos asertivos.
- Detectar nuestros pensamientos negativos o ideas irracionales y sustituirlos por otros.
- Identificar en que situaciones nos comportamos de forma asertiva y en cuales tenemos comportamientos inadecuados.
- Practicar la asertividad de manera consciente, en situaciones donde sabemos que nos cuesta trabajo ser asertivos.
El desarrollo de la asertividad es importante para cultivar mejores relaciones con los demás y así mejorar nuestra calidad de vida.
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