Dormí mal, entre soñar sobre el futuro de Israel o pensar entre sueños sobre el mismo me vine a escuchar sobre Parashat Shlaj que fue este mes y es mi parasha con la que festeje el 30-6-1962 mi Barmitzwa.
No soy religioso por lo tanto veo los mensajes de la Biblia con otros ojos y analizo las cosas desde otras perspectivas o desde los lugares que yo estoy parado.
La parasha habla de los enviados a espiar la tierra de Israel, Canaan entonces y los espías fueron 40 días y volvieron. Sus negativos informes produjeron el castigo de quedarse 40 años en el desierto, un año por cada día y eso para que muera la generación de los que estuvieron esclavos en Egipto según el mismo relato histórico y o mitológico.
Yo estuve 40 años en Israel y opté por irme. Algo que comencé a pensar últimamente es que no solo me fui porque dejé de trabajar y la comodidad de vivir en el Caribe tomando un daiquiri sino que me cansé de la dirección política del país y su ceguera en cuanto a la necesidad de llegar a la paz. Los enviados por Moisés eran elegidos entre los dirigentes del país, como explica el Rabino.
El Rabino Shpangenthal también menciona la parashat Lej Leja por la cual Abraham fue enviado a la Tierra Prometida. Es la parasha de mi padre que a los 16-17 años se fue de la Alemania Nazi a la Argentina.
Me pregunto si no seguiré yo ese camino. ¿Cuál es mi temor? ¡Que crean que estoy loco!
Para mis amigos que no saben, Parashat Hashavua es una porción semanal de la Torah (Biblia) el Pentateuco se distribuye en 54 capítulos semanales. Más detalles, oprima aquí.
Para aquellos que tienen tiempo recomiendo escuchar al rabino, se podrá escuchar ampliamente el análisis sobre esa porción del Pentateuco y como se alecciona a los jóvenes en la palabra de Dios.
Un país que se mueve entre lo religioso y lo secular con el tiempo debe decidir cual es el camino.
No dudo que las notas que he leído esta semana de Abraham Burg, entre ellas. También los comentarios son interesantes para observar que también hay ignorancia, fanatismo y básicamente ceguera.
Un comentario “¡ISRAEL PROTEGIDA!” me hace preguntar ¿Qué está protegido? ¿Cuánto tiempo?
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