Después de la caída los antifaces que lucían
los rostros que me rodeaban desaparecieron
rápidamente…
Fue entonces que pude ver quienes realmente
eran, conociendo así su verdadera faz entendí la
razones de su actuar.
Después de la caída me sentí solo, desorientado,
miedoso, con mucho miedo al futuro…
Me incorporé como pude sobre mis propios pies
e intenté volver a caminar…
Fue el comenzar otra vez dando tumbos y
traspiés. Empecé de nuevo.
Después de la caída poco a poco aún sintiendo
todo en mi contra, me fui fortaleciendo despacio,
muy despacio. ¡Deseaba estar de pie otra vez!
Finalmente descubro que nada es para siempre…
Que la lucha por subsistir es diaria y hasta el fin.
Sigo hoy en el camino…
Más entendido del tiempo y de las cosas,
conociendo más a los seres humanos que me
rodean…
Aprendí una lección que no sabía y que la Vida se
empeño en enseñármela.
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