Habito en un cuerpo humano desde que
nací.
Tengo necesidades diarias que satisfacer.
Siento alegría, gozo, tristeza depresión.
Me enfermo sano, con el tiempo puedo
volver a enfermar. No lo puedo evitar.
Fui joven ahora soy viejo, son fuerzas en mi
interior… ajenas a mí.
Tengo todas las características de un ser
creado…
Mis deseos y mi voluntad mas allá de mi
“libre albedrio” siempre están limitadas…
Limitadas finalmente para mí bien.
Me siento presente, pensante y mortal.
Por todo lo anterior creo en DIOS.
Nissim Mansur T. [email protected]
Artículos Relacionados: