Diálogos de tres hermanas

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Sentada en una confitería se encuentra Rosa, entra su hermana Violeta la saluda y se sienta.

Violeta: Perdón hermanita tuve que llevar a las nietas a sus clases de baile, tu sabes que ahora me dedico a eso, y creo que estoy descuidando un poco mis actividades sociales.

Rosa Tú sabes muy bien que siempre vas a encontrar tiempo, para tus actividades sociales.


Violeta: Así es Rosita, pero lo que pasa es que Raquel no encuentra una buena niñera para sus hijas, están tan escasas últimamente, que hasta pensé ofrecerle el puesto a nuestra “queridita, santita y conformista” hermanita Luz, ¿qué te parece?

ROSA: No estaría mal, tiene unas excelentes referencias, ¿acaso no cuidó por años perfectamente a nuestros padres?

Violeta: Espero que llegué a tiempo, nos urge convencerla que nos ceda su parte de la hacienda, a cambio de eso le daremos una casita, ahí por el centro, ella no necesita más, y su vestimenta le va a ir muy bien en esos rumbos proletarios.

Rosa Si, porque con sus faldas largas que le tapan sus piernas flacas y sus blusas anchas que le diseña la costurera aquella misma que usaba mami, como se llama, Petra, Petra Chaneli de Pérez Cardini, ja, ja, la hacen verse como una caricatura de comic’s.

Violeta: La verdad que gracias a su horrible vestimenta y espantoso aspecto jamás se casó, y a nosotras nos hizo un favor, nos quitó la responsabilidad de cuidar a nuestra mamacita, que quedó viuda desde tan joven.

Rosa Y no solo eso, sino que siempre tan delicada de salud. Y su fiel primogénita Luz, siempre estuvo ahí “alumbrando” su oscuridad.

Violeta: Claro, pues no tenía mejor cosa que hacer con su personalidad, más bien dicho con su falta de personalidad y su falta de materia gris en su cerebro, no le quedó mucho que escoger en la vida.

Rosa(Saca de su bolso un espejo y mirándose en el, aprovecha y agarra los cosméticos de su hermana y empieza también a retocarse). A todo esto dime, ¿va a venir el licenciado Montero, para que firmemos ya el nuevo contrato de nuestras futuras viviendas?

Violeta: Por supuesto que vendrá, lo cité para que llegue después de que hablemos con Luz, así que con ella no entremos en muchos detalles y se irá rápidamente.

(Entra Luz a la cafetería)

Luz: Hola mis queridas hermanas, que gusto me da verlas, pues desde el entierro de mamá, hace unos meses, no hemos tenido la ocasión de hacerlo. Y como sé que ustedes tienen muchas ocupaciones, vayamos al punto, ¿para qué soy buena?

Violeta: (le dice hipócritamente) Pues vas hacer muy buena después de que firmes esto. (Saca unos papeles de su portafolio y se los entrega)

Luz: ¿Y de qué se trata?

Rosa Queremos que nos cedas tu parte de la hacienda.

Luz: (sorprendida) Que se las ceda, ¿Y porque tendría que hacerlo?

Violeta: Por varias razones, la principal, la hacienda es demasiado grande para ti y mantenerla es una gran responsabilidad.

Rosa (interrumpiendo) A cambio, te daríamos una linda casita en pleno centro de la ciudad.

Violeta: Ya te la escogimos está preciosa, chiquita para que no te cueste trabajo mantenerla limpia como a ti te gusta y de un solo piso, todo es compacto, esta hecho exacto para ti.

Rosa Nos preocupamos para que tu estés confortable, (hipócritamente) es que te queremos tanto.

Luz:(Imitándolas) ¡Ay, que divinas! no se hubieran molestado y (alzando y cambiando el tono de voz) no se hubieran molestado porque la hacienda de nuestros padres, no se va a vender, por lo menos no por ahora.

Violeta: Pero no nos puedes hacer eso, en unos minutos va a llegar un licenciado para finiquitar con nosotras unos contratos de las casas que adquiriremos en el nuevo barrio de “Las Alamedas”.

Rosa Tu sabes nosotras tenemos familia, contrario a ti, vivimos en una sociedad elite, así que, hermanita, entiende nuestra posición.

Luz: ¿Así que yo tengo que entenderlas a ustedes? Y díganme, ¿ustedes me entendieron y me apoyaron todos estos años, mientras cuidé a nuestros padres?

Violeta: (fingiendo) Pero hermanita no tienes que ponerte así, tu siempre has sido…

Luz:(interrumpiendo) La que a todo decía si, la que no tenia tiempo para ella misma, pues pasó una vida cuidando a los viejos, mientras ustedes egoístamente se borraron del cuadro. Pues se acabó, con la muerte de mi madre, terminé un doloroso capítulo de mi vida; este nuevo capítulo lo empiezo con mucha felicidad.

(Entra el licenciado saluda a Luz dándole un beso en la mano)

Daniel: Permítanme presentarme: Soy el licenciado Daniel Montero, uno de los accionistas del nuevo barrio de “las Alamedas”.

Rosa (sorprendida) ¿Y de dónde se conocen?

Daniel:(tomándole la mano a Luz) Es una larga historia, ¿verdad cariño?

Luz: Si mi amor, pero ven siéntate. (Dirigiéndose a sus hermanas) Somos novios hace muchos años.

Violeta: ¿Novios? Pero si nunca salías, nunca nos contaste…

Luz: Ustedes solo sabían lo que querían saber, y veían solo lo que querían ver. Efectivamente, dediqué demasiado tiempo a mis padres, en especial a mamá, acepté sus enfermedades e incluso sus chantajes emocionales. Pero encontré el tiempo, para tener un gran amor, que venció todos los obstáculos.

Daniel: Y yo me enamoré de su sencillez y de su bondad, y decidí esperar el tiempo necesario para estar juntos.

ROSA: (sorprendida) Lo que estoy viendo y oyendo, parece un sueño.

Violeta: (dirigiéndose a Rosa) Pellízcame para ver si esto es una realidad y no estoy soñando.

(Luz se levanta y empieza a quitarse el abrigo, el Licenciado Montero se para y le ayuda, las hermanas se quedan boquiabiertas cuando ven su lujoso vestido y las preciosas joyas que trae puestas, se vuelven a sentar)

Rosa (dirigiéndose al Licenciado) Si mi hermana nunca se asomó a la calle sin nuestra madre, ¿cómo pudieron conocerse?

Violeta: A no ser que de noche frecuentabas los bares, mientras mama dormía…

Luz:(enojada) No te permito…

Daniel: (interrumpiéndolas) Mire señora, su hermana es una dama y yo un caballero, no acostumbramos frecuentar esos lugares. Nos conocimos en un parque, donde su hermana llevaba a su madrecita a reunirse con sus amigas.

Rosa (burlándose) ¡Ay! que románticos.

Violeta: Y ahí en el parque mientras lucecita soñaba en su príncipe, este llegaba y un verso le recitaba, ja, ja.

Daniel: Mire mi querida dama, no esta usted tan equivocada, un día mientras yo leía mis versos preferidos de Amado Nervo, vi a su hermana, y así sucesivamente al paso de los días. Empezamos a cultivar una linda amistad gracias a nuestros gustos similares, y de ahí nació un gran amor.

Luz: Y aún hay más.

Rosa ¿Más?

Luz: Por años guardé el dinero que me daban mis padres, lo invertí en la bolsa de valores, ya que tuve muchas horas libres para aprender su movimiento a fondo (Jugando con su lujoso collar y moviendo su fino anillo de brillantes). Actualmente soy socia mayoritaria en el barrio de “las Alamedas”.

ROSA Y Violeta: ¿Que?

Luz: Así es, y saben mis queridas “hermanitas” Ya no hay ni un chalet disponible, pero la casita que ustedes me ofrecieron en el centro, puede ser apta para alguna de ustedes, tiene exacto lo que ustedes necesitan. (Dirigiéndose a Daniel) ¿Nos vamos mi amor? Tenemos cita con el arquitecto que va a decorar nuestro chalet en las Alamedas.

Daniel: (levantándose y tomando a Luz del brazo) Vámonos mi amor, (y dirigiéndose a Violeta y Rosa) ha sido un honor tratar con ustedes, y ya les haremos llegar las invitaciones para nuestra futura boda. (Ambos abrazados se van)

Violeta:(dirigiéndose a Rosa) es que no lo puedo creer, mira no más, la muy inocente, mosquita muerte, y ahora resulta que se casa…… (Gritándole enfadada a su hermana) y tu ya deja mis cosméticos, claro te aprovechaste para usar los de “Estee Lauder”, pues ya vi que los tuyos ni a marca llegan.

Rosa Ya deja de ser tan envidiosa

Violeta: ¿Envidiosa yo? Y a propósito el collar que traes, no es el que te preste hace más de un año para la boda de los Morgan?

ROSA(Se lleva las manos al cuello mientras hace un movimiento negativocon la cara) ¿Cómo crees? Este me lo regalo mami en mi cumpleaños, y no te puedo decir que lo compruebes ja, ja, ja…

Violeta: Que graciosa, pero espera, déjame ver tu anillo (casi le jala la mano que Rosa quiere esconder) Este es el anillo que he estado buscando, ahora entiendo porque cuando vienes a mi casa te gusta entrar tanto a mi cuarto, sobre todo cuando no estoy ahí.

Rosa Pero que dices hermanita, de donde sacas eso.

Violeta: Pues de Petra, la sirvienta buena que corrí, porque pensé que mentía cuando me decía, que tu sacabas mis cosas, en mi ausencia…

Rosa (Cambiando de tono de voz) ¡Hermanita por favor ¿le vas a creer más a una sirvienta, que a tu hermana!?…

Violeta: Pues desde este momento ya no quiero saber mas ni de ti, ni de Luz, ambas me traicionaron. (Se para y se va)

Rosa (Muy contenta saca de abajo de la servilleta una billetera, la abre y saca muchos billetes) ¡Hay hermanita!, con esto puedo comprarme muchos cosméticos de marca (y suspirando sigue contando los billetes) y también un abrigo de piel, para que me consuele en este frió invierno, de los desaires de mis queriditas hermanas… ja, ja, ja…

Acerca de Esther Kershenovich

Nacida en México emigra, junto con sus hijos a Israel en 1975. Tiene en su haber la novela "Nadia", un libro de poesías denominado "Soy" y su más reciente creación, un libro de poemas y prosas titulado "Tejiendo La Vida" (2009). Ha participado en varias antologías y ha sido representante de escritores en Zaragoza, España. Pertenece a las Peñas Literarias de Raanana en Israel y además estudia teatro con directores latinoamericanos. Escribió una pelicula basada en su novela "Nadia" y actualmente esta traduciendo al hebreo su película "Agentes de Seguridad". Sus colaboraciones en "Foro" han sido por años aunque por su lejanía sus intervenciones resultan esporádicas.

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