Diálogos Sobre la Vida y la Muerte

Una señora mayor se encuentra sentada en un geriátrico, se le acerca una mujer
mucho más joven.
Rosa: Hola señora Matilde, me mandaron de la administración para cuidarla.
Matilde: M…mmm.
Rosa: Yo se que usted no es ni muda ni sorda, así que no juegue conmigo.
Rosa acerca una silla y se sienta junto a ella.
Rosa: Mire que lindo esta el cielo, bien clarito, que le parece si salimos a dar
una vuelta, podemos ir al parque de enfrente, o a lo mejor a la cafetería de la
esquina, ahí venden unos pasteles de manzana muy ricos.
Matilde: M…mmm.
Rosa: A lo mejor me equivoque y usted si es muda.
Matilde: (enojada) ¡Váyase!
Rosa: No me puedo ir porque me pagan de la agencia por estar unas horas con
usted, y le cuento que es un trabajo fijo.
Matilde: Yo no la necesito.
Rosa: Pero yo si necesito mi sueldo
Matilde: Yo solo quiero morir, ¿no entiende que ya tengo 90?
Rosa: Y eso no es un motivo para morirse, hoy en día la gente vive más que
antes.
Matilde: Yo solamente espero la muerte.
Rosa: ¡Pues esperémosla juntas! ¿Usted cree que tarde?
Matilde: ¿Quien?
Rosa: Pues la muerte. La estamos esperando, ¿no?
Matilde: Si, pero solamente yo, usted es aún muy joven.
Rosa: ¿Desde cuando la muerte se lleva solamente a la gente grande?
Matilde: Usted que sabe.
Rosa: Yo se más de lo que usted piensa. Y dígame ¿cómo será ella?
Matilde: ¿Quien?
Rosa: La muerte, ¿será joven? ¿vieja? ¿bonita o fea?
Matilde: Yo que se…
Rosa: ¿Entonces por qué no lo averiguamos?
Matilde: ¿Usted se esta burlando de mi?
Rosa: Como cree, la estoy ayudando a traerla mas rápido con el pensamiento.
Matilde: Ya váyase.
Rosa: Ya le dije que no me voy, necesito cumplir mis horas de trabajo.
Matilde: Mmmm.
Rosa: Vamos a la cafetería y pedimos 3 pasteles de manzana
Matilde: ¿Tres?
Rosa: Si, una para usted, otra para mi y una para la muerte.
Matilde: ¿Y si no viene?
Rosa: Pues se la damos a la vida, a esa no la estamos esperando, ya esta con
nosotras.
Matilde se para, se apoya en el brazo de Rosa sonriendo y se van a la cafetería.
Fin