En los últimos años, nos hemos acostumbrado a leer sobre judíos a los que no les importa mucho Israel. Eso hace que la voluntad de un hombre que no sea judío de dedicar gran parte de su vida a la institución cultural líder de Israel sea muy especial. Pocas personas, judías o no judías, han hecho tanto para pulir la reputación internacional de Israel y demostrar su amor por el país como Zubin Mehta.
Mehta, de 83 años, que sufre problemas de salud, renunciará oficialmente en octubre después de 50 años como director musical de la Orquesta Filarmónica de Israel. Realizó sus últimos conciertos con la OPI este mes con una serie de actuaciones del “Requiem” de Verdi, y el nativo de Mumbai fue apropiadamente agasajado como algo así como un héroe nacional.
En el mundo de la música clásica, los directores habitualmente toman publicaciones en todo el mundo, entrando y saliendo de lugares. En ese sentido, Mehta no fue la excepción; En su larga carrera, ocupó la dirección musical en Los Ángeles, Montreal, Nueva York, Múnich y Florencia.
Pero sus lazos con Israel no son solo una cuestión de longevidad. Su relación tanto con la OPI como con el estado judío ha sido una historia de amor tanto del director como de su audiencia israelí.
Mehta nació en India en una familia musical, pero su madre lo alentó a estudiar medicina. En cambio, fue a Viena a estudiar música, donde comenzó su meteórico ascenso como director estelar. Cuando tenía 26 años, era director musical de la Filarmónica de Los Ángeles. También se había convertido en una presencia ubicua en la escena musical internacional, liderando orquestas y dirigiendo óperas en todo el mundo.
Cualquiera que haya escuchado y visto la conducta de Mehta puede comprender fácilmente su atractivo. Es a partes iguales carisma personal y talento musical. Su estilo dinámico y extravagante de dirección lo atrajo hacia el público, y su experiencia en el repertorio romántico por el cual la OPI es mejor conocida lo convirtió en un candidato natural para la orquesta.
Él demostraría su amor por Israel una y otra vez a lo largo de los años.
La OPI se fundó en 1936 como la Filarmónica de Palestina; Sus primeros jugadores estaban compuestos por refugiados judíos alemanes. El legendario director de orquesta italiano Arturo Toscanini los dirigió en su primer concierto. Mehta realizó la OPI por primera vez en 1961 a la edad de 25 años, aunque la historia de amor de Israel con él no comenzó realmente hasta 1967.
En mayo de 1967, la amenaza de una invasión de los ejércitos árabes circundantes se cernía sobre el estado judío, y se discutió abiertamente la posibilidad de otro Holocausto. Como la mayoría de los extranjeros y muchos judíos visitantes huyeron, Mehta fue a Israel para reemplazar a un conductor que canceló su aparición debido al conflicto. Cogió el último avión de los Estados Unidos (estaba cargado de municiones) para aterrizar en el Aeropuerto Internacional Ben-Gurion antes de que la lucha cerrara los vuelos al país. Dormía en el sótano de una sala de conciertos, y luego terminó conduciendo lo que ahora se recuerda como un concierto de victoria con el pianista Daniel Barenboim y la violonchelista Jacqueline Du Pre como un país agradecido regocijado por su milagrosa liberación después de seis días de lucha.
En 1969, fue nombrado asesor musical de la IPO, director musical en 1977 y en una demostración única del vínculo entre un hombre, una institución y un país que no era el suyo, se le otorgó el honor de director musical de por vida. 1981
Mehta puede ser un ciudadano del mundo, pero nunca ha ocultado su amor por Israel, que siempre dijo que le recordaba su hogar en Mumbai. Como miembro de la secta minoritaria Parsi, su identificación con las luchas de los judíos era natural. A menudo se le ha citado diciendo que los israelíes son como los indios: obstinados y que a menudo hablan todo al mismo tiempo, lo que, según él, lo hizo sentir como en casa.
Él demostraría su amor por Israel una y otra vez a lo largo de los años, no solo realizando miles de actuaciones en el estado judío, sino también en giras por los cinco continentes, ya que el principal grupo artístico de Israel sirvió como embajadores culturales cruciales para una nación en conflicto y aislada.
Igual de importante fue el hecho de que Mehta siempre estuvo en Israel cuando había peligro. Dirigió conciertos para las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel durante la Guerra de Yom Kippur de 1973 y llevó a sus músicos a través de la frontera al Líbano en 1982, donde los dirigió en un concierto al que asistieron tanto libaneses como israelíes. También estuvo allí en 1991 durante los ataques SCUD lanzados por el dictador iraquí Saddam Hussein, conduciendo conciertos matutinos debido a los estrictos toques de queda en la noche cuando el estado judío fue atacado.
Otros momentos memorables incluyeron su toma de la OPI para jugar en Buchenwald en 1999 y a la frontera de Gaza en 2010 como protesta contra el secuestro de Hamas del soldado israelí Gilad Shalit.
Mehta no es un derechista y se sabe que critica al gobierno de Israel. También tomó algunos ladrillos por tratar de convencer a los israelíes de que dejaran de lado su prohibición informal y tonta de tocar la música del antisemita Richard Wagner, aunque aún respetaba los sentimientos de aquellos que no podían aceptarlo. También es un destacado defensor de la convivencia árabe-judía y se ha irritado ante la negativa de la Autoridad Palestina a permitir que la OPI juegue en las ciudades de Cisjordania bajo su control.
Sobre todo, Mehta ha sido una campaña individual contra el BDS. Algunos artistas, incluido Barenboim, que se convirtió en un crítico amargo del sionismo y ya no actuará en su propio país, se mantienen alejados. Pero Mehta ha tratado a Israel como su segundo hogar cuando no sirve también como un símbolo viviente de él mientras realizaba la OPI en el extranjero.
Se lo extrañará, pero su reemplazo, el israelí Lahav Shani de 30 años, continuará con el legado de excelencia musical de la filarmónica. Sin embargo, el lugar bien ganado de Zubin Mehta en los corazones del pueblo judío sigue siendo seguro, y su lealtad a Israel nunca debe ser olvidada.
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