- Un amigo (Jose- Yossi- J.) publica:
“la mayoría de las personas saben la suficiente religión
como para odiar pero no la suficiente como para amar”.
Yossi- Yossi -Yossi, escucho y me doy vueltas a ver quién me está llamando. No suelo hacerlo antes de la tercera llamada porque aquí en Israel “Yossi” es tan común como Manolo en España y Bob en Inglaterra. Se imaginan la torticolis que tendría de responder cada vez que escucho Yossi. (La tortícolis es un tipo de distonía (contracciones musculares prolongadas) en que los músculos del cuello, particularmente el músculo esternocleidomastoideo, se contraen involuntariamente y hacen que se incline la cabeza.
Me doy vuelta, izquierda, derecha, arriba, abajo y obviamente atrás y no veo a nadie. Saco el celular para ver si la voz proviene del aparato y veo que son las 7:01 del día 21-02-2013.
Vuelve la voz: Hijo mío, te habla Dios, tienes 63 años de edad y hasta que te mueras, no te diré cuándo, no puedes conocer nuevas mujeres, debes conformarte con seis de las que conoces a la fecha.
Gracias Dios mío que generoso eres, ¡seis mujeres! Dime y……… sentí que ya estaba nuevamente solo, bueno no solo, sino acompañado de la perra que era la razón que había salido de la casa. Lo correcto es que yo la acompañaba a ella.
Claro que estoy, aun ahora, escribiendo estas líneas sorprendido de la revelación. Escuche y leí muchas veces sobre el tema pero nunca, jamás, pensé que eso ocurre de verdad. No tengo imagen pero la voz, muy distinta de cómo me la imaginaba del cuento de Moisés y las tablas. Entonces una voz gruesa y enojada, claro era justo pues el pueblo pecaba adorando un becerro de oro. En cambio yo no peco y por lo tanto la voz me resulto muy agradable, más o menos como Frank Sinatra en Extraños en la Noche, me impresiono que Dios puede adoptar muchas voces y siempre será la de alguien que puedas identificar. Lo digo por si les pasa.
Y desde las 7:01 de la mañana estoy ocupado pensando que hago con ese revelador mensaje. Lo he desmenuzado en trozos y la mayoría de las cosas son verdaderas y deben ser aceptadas.
Hijo Mío – tuve un padre y por lo tanto es algo que he escuchado muchas veces, no me sorprende y lo acepto como un hecho.
Te Habla Dios – Hasta hoy me era ajeno pero no es algo que no haya escuchado de otros e incluso en la Iglesia suelo escuchar después que leen unos textos, elevan el libro y dicen Palabra de Dios. Es un hecho existe.
Tienes 63 años, es otro hecho indiscutible, no solo lo dice mi cédula de identidad, lo dice el espejo y la respiración agitada cuando hago el amor.
Mueras – Eso nos espera a todos, desde el momento que nacemos.
No te diré cuándo: Sin duda es inteligente, yo por lo menos no quiero saber cuándo me voy a morir, prefiero disfrutar de cada día como si fuese el ultimo.
No puedes conocer nuevas mujeres. Confieso que eso es un poco doloroso pues la expectativa de algo nuevo es parte del levantarnos todas las mañanas a enfrentar la rutina. Algo nuevo, otra cosa. Ya no seré yo quien se rebele a Dios y mi cédula desde el bolsillo me dice, déjate de joder acepta la condición.
Debes conformarte con seis de las que conoces. Sin duda que es generoso, mi lista tiene cinco y si hubiese dicho cuatro seguramente con dolor tendría que dejar una de las mujeres. De todas maneras no suelo pensar más que en dos mujeres al tiempo. Por suerte ya no está pues de dialogar conmigo y le hubiese dicho esto, al momento el me diría mentiroso, anoche en la piscina pensabas en tres.
Sin duda el ser humano es miserable, en lugar de estar disfrutando de las cinco imágenes que siempre tengo presente estoy dando vueltas a la sexta imagen y si bien parece la cinta de una fábrica de gaseosas.
Cada botella tiene otra forma y otro color. Van pasando las magines desde Geula e Idith mis mitológicas jefas, pasando por Orit la secretaria del jefe del jefe, Berta la empleada de servicio, Tzipi, la administradora del edificio, Ilana la empleada de la Impositiva, Dorit la empleada del banco. Todas bellas mujeres pero no amo a ninguna, pero de elegirlas por ahí obtengo alguna ventaja. ¿Cuál?
Puedo escribir estas líneas y escribir este texto al llegar a una buena solución para el día de la fecha. Cinco elijo yo y la sexta será la que me elija a mí.
Artículos Relacionados: