Dice en Tehilim: Hashlej Al Hashem Yehabeja, Vehu Yejalkeleja…, “Arroja hacia Dios tu aflicción y Él te enviará el sustento…” (55:23).
Expliquemos esto con una parábola: un humilde aldeano andaba con sus pesadas cargas a la vera del camino. Por ahí pasó un lujoso carruaje cuyo dueño, un hombre muy rico, se ofreció a llevarlo. El pobre aceptó y, luego de subirse, se sentó al lado del gran señor, pero con la carga aún sobre sus hombros. “¿Por qué sigues sosteniendo tu carga?”, le inquirió el hombre rico. “¡Apóyala en el suelo!” “Es que quiero alivianar el peso del carro, para que no sea usted quien lo soporte todo”, respondió el pobre. “¿Y acaso crees que así podrás hacerlo?”, le replicó el rico. “Una vez que estás aquí arriba, mi carro te sostiene a ti y a tu carga, indefectiblemente.”
Lo mismo sucede con la persona que pretende “ayudar” al Creador preocupándose más de la cuenta por su sustento (Jafetz Jaim sobre la Torá, Beshalaj).
Apóyate totalmente en Su asistencia y ten la plena seguridad de que “Él te enviará el sustento”.
Saludos.
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