Diversidad, pluralismo y sus desafíos: los ultraortodoxos en la sociedad israelí

Por:
- - Visto 1250 veces

Hace dos semanas falleció el Rabino Ovadia Yosef, quizá la mayor autoridad del mundo Haredí (ultraortodoxo, en hebreo) sefaradita en Israel. Más allá de la pérdida de una gran autoridad rabínica, su muerte ha provocado una discusión sobre el rol y porvenir del partido político Shas, fundado por el rabino hace 15 años y convertido en uno de los partidos ultra religiosos más exitosos e influyentes en la política israelí en la última década.

El rabino Yosef fue, sin duda, poseedor de un gran carisma que le permitió comunicarse con los diferentes sectores de la sociedad israelí, de tal modo que Shas, bajo su liderazgo, ha sido el primer y único partido Haredí hasta el día de hoy que ha tenido ministros y portafolios muy influyentes en la composición de diferentes gobiernos. Además Shas
—en contraste con otros partidos de este tipo— ha sido activo también en asuntos políticos y económicos que preocupan a los israelíes en general.

Entre las diversas tensiones y desafíos que la sociedad en Israel se ha enfrentado a lo largo de su existencia, destacan las asociadas a la diversidad entre los laicos y/o tradicionalistas y los Haredím. Estos últimos conforman 8% de la población total y se definen por el alto grado de adhesión a las leyes y prácticas religiosas judías, sobre todo al riguroso estudio de la Torá y las sagradas escrituras, aun sacrificando ingresos o remuneración de tipo económica para su sustento. Conservar este estilo de vida es la tarea principal de los partidos políticos que representan a los Haredím, tanto a sefaraditas (Shas) como ashkenazim (Degel Ha Torá y Agudat Israel). Cabe mencionar que en la última década el peso político de los partidos de esta línea ha sido dos o tres veces proporcionalmente mayor a su porcentaje poblacional. Es por ello que dichos partidos han logrado obtener presupuestos para sostener a las familias de los estudiosos de la Torá, así como su exención del servicio militar (obligatorio en Israel).


En los últimos años, con el constante crecimiento de la población Haredí, cuyas familias numerosas garantizan este bono demográfico, su condición de pobreza relativa y el alejamiento que han tenido con el resto de la sociedad han conducido a iniciativas políticas y sociales que han buscado cambiar esta realidad. El reto es grande dada la voluntad de los Haredím de seguir preservando su modo de vida. Dejando a un lado la iniciativa política de cambiar el statu quo a través de una legislación que será parte de la agenda de debate de los legisladores en los meses venideros, hay que destacar también el surgimiento de algunas iniciativas educativas. Una de ellas ofrece un ambiente destinado a los Haredím dentro de los campus en diversas universidades, con el propósito de completar sus estudios generales y continuar con la educación de alto nivel sin comprometer su estilo de vida: en una familia Haredí típica, en la cual los hombres estudian la Torá y reciben una pequeña beca por parte del gobierno, las mujeres son las que sostienen económicamente a las familias con labores en educación o computación, sin tener —la mayoría de ellas— educación académica terciaria. La nueva iniciativa permitirá a ambos sexos estudiar y diversificar sus ocupaciones en ramas como leyes, negocios, contaduría, ayudando así a elevar a sus familias de las condiciones de pobreza en las que viven.

Aunque estas iniciativas son aún modestas, existe una necesidad para la creciente inclusión Haredí en el mercado laboral y la construcción de una sociedad en la que la diversidad fortalezca el pluralismo cultural, institucional y político. Este desafío parece atravesar hoy a gran parte de las sociedades de un mundo crecientemente diversificado.

 

* Artículo publicado en la columna “Ideas mediterráneas” en Excelsior el 17 de octubre, 2013. Rodica Radian-Gordon es Embajadora del Estado de Israel en México.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: