La aclaración pertinente del Primer Ministro Biniamín Netanyahu sobre la indivisibilidad de la ciudad de Jerusalem, surge posterior a su reunión en Washington con el Presidente de E.U. Barak Obama. Reitera desde Israel: “Digo aquí las mismas cosas que dije en E.U.: la Jerusalem unida es la capital de Israel. Jerusalem nos ha pertenecido siempre, y lo seguirá siendo siempre, y no será separada y dividida nunca más”. También comentó a varios periodistas, que: “Sólo la soberanía israelí puede garantizar la libertad religiosa en la ciudad.
Esa convicción y verdad que además respalda la historia, respecto a libertades de culto, ha sido la bandera del pueblo judío por milenios, pero que dice el mundo y el ideal palestino. En el primer caso, aplaudió la postura de Obama, al insistir ante Netanyahu con la solución de dos Estados y el nuevo impulso de Washington al proceso de paz. En el caso de los palestinos -aunque hasta el momento no se han levantado voces oficiales- si se dio una manifestación en contra desde la Puerta de Damasco.
Sabido es, que los elementos fundamentales de discordia, después de largas negociaciones, han sido los territorios y la gobernabilidad de la milenaria ciudad. Lamentablemente ahora los palestinos -que no han podido formar un gobierno respetado y con el debido orden-, se topan con un gobierno israelí de derecha, nacionalista, con componentes ortodoxos y antidialoguista.
De nueva cuenta la efervescencia internacional y palestina se darán, no obstante que Netanyahu ha ordenado la eliminación de asentamientos en zonas marcadas como palestinas y no ha negado a los mismos el derecho de formar un país, pero con otra capital que no sea -ni en parte- la judía.
Para variar, los pasos hacia la paz en la región serán difíciles y repetitivos; el choque de las posturas tendrán repercusiones, en la medida de que la Unión Europea y los mismos E.U., pierdan la memoria de la belicocidad extremista de una parte del Islamismo, que siempre abraza banderas en diferentes puntos del planeta, sin importar el cegar vidas humanas de inocentes.
Las diferencias políticas entre el actual mandatario norteamericano y el anterior, parecen ser grandes, por lo que un aislamiento internacional de la nación judía, puede desafortunadamente surgir; mientras tanto la codiciada ciudad contiene a casi 770 mil habitantes, una décima parte de la población del país, con un 35% árabe y el 65% judía.
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